En  medio de la preocupación por los persistentes problemas de competitividad que afrontan los exportadores locales por las variables macro de la economía argentina, la devaluación del real y la presencia de producción china a muy bajo precio suma preocupaciones al sector, a las puertas de una nueva campaña comercial.

Esta situación enrarece el inicio de una temporada de ventas que se presentaba auspiciosa para las empresas mendocinas, aunque confían en que las operaciones tomarán ritmo apenas se descomprima un poco el mercado.

Temen que el año vaya a terminar cerrando con valores promedio un poco por debajo de lo que esperaban.

El problema surgió a partir de los amparos que concedió la Justicia brasileña a cuatro importadoras de ese país que lograron ingresar un total aproximado a las 800.000 cajas de ajo del gigante asiático sin pagar la tasa antidumping, lo que les permite llegar al mercado con valores que se sitúan a un nivel que apenas superaría la mitad de lo que aspiran para este año los exportadores argentinos.

El año productivo

El ciclo productivo local no empezó de la mejor manera y, sobre el final de la cosecha, las lluvias de los últimos días podrían poner en riesgo el producto que queda por cosechar. 

Este año, en Mendoza, se sembraron alrededor de 9.300 hectáreas, algo más que las 8.500 de 2015. “La campaña pasada fue buena, y se espera también que esta temporada lo sea, al menos como para que mejore el precio promedio final”, comentó Guillermo San Martín, gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocam).

Señaló que, a esta altura, “terminó la cosecha de ajo Blanco Europeo y del Blanco Chino; se está levantando el Morado Chino del Valle de Uco y se está por empezar con el Colorado”.

Por otra parte, el ejecutivo de la Asocam admitió su inquietud porque “éste es el primer año que tenemos menos Colorado que Morado Chino, y esto nos preocupa, porque la especialidad de Mendoza era el ajo Colorado”.

Según interpreta, “esto se debió, primero a la descapitalización del productor (el Colorado es de ciclo más largo, por lo que lleva más tiempo de inversión, y de por sí demanda más recursos) y las lluvias de marzo-abril retrasaron y, en muchos casos frustraron la siembra” de ese tipo comercial.

Se estima que este año, “alrededor del 40% del ajo que tendrá disponible Mendoza será Morado Chino, cerca de un 30% de ajo Colorado y el resto se repartirá entre Blanco Chino principalmente y Europeo, más algo de Castaño y otras variedades más nobles", detalló San Martín.

Por su parte, Juan Carlos Sáez, productor del Valle de Uco, dijo que “hasta ahora, el año viene favorable, pero no sabemos cómo va a terminar, porque podría volver a complicarnos el clima”. 

Sáez, que cultiva alrededor de 60 hectáreas en distintas explotaciones situadas en Campo los Andes y Vista Flores (Tunuyán), explicó que “el ajo “chino” Morado ya se arrancó, la calidad es buena, y aunque hay muchos que ya han vendido, otros como en nuestro caso, lo tenemos tapado en el potrero”.

Agregó que “el que tiene ajo blanco, lo está arrancando ahora, y el Colorado va a empezar entre el 5 y el 10 de diciembre”.

A todo esto José Spitalieri, de la empresa Puente Blanco (productora, empacadora ya exportadora con sede en Guaymallén) dijo que “todavía no está muy definida la temporada”.

La firma, que tiene producción propia en ese departamento, Maipú y San Rafael y compra a productores, está terminando de arrancar el ajo Morado Chino y empezando con los Blancos. 

Según Spitalieri, “la cosecha viene bien, comparada con el panorama que teníamos el año pasado con el clima, pero hay que ver ahora si las lluvias siguen o no”. No cree que haya quedado mucho ajo acordonado en el campo.

Dice que “ya está seco, guardado”, y que “al menos la zona Norte (que debe tener alrededor del 40% del total de ajo producido en la provincia) está salvada” en cuanto a clima se refiere.

Precios al productor

Como todos los años, hubo productores que vendieron su producción, o parte de ella, en verde. “La temporada arrancó bastante caliente”, según Guillermo San Martín.

“Fue positivo para el productor -señaló- porque logró buenos precios, entre 5,50 y 6 pesos el kilo”. Ahora “se han enfriado (no cayó, se frenó) hasta ver cómo arranca el mercado brasileño”. Recordó que “el año pasado se había pagado entre $ 4 y $ 4,50”.

Según Juan Carlos Sáez, en tanto, el precio por kilo fluctuó “entre 5 pesos y 6 pesos y, en casos muy excepcionales, llegó a 7 pesos”.

Comentó que “al parecer, algunos de los empacadores empezaron a pagar valores que ahora le complican el negocio”, porque tenían una expectativa de precios que, al parecer, el mercado brasileño no está en condiciones de convalidar. 

A todo esto, José Spitalieri dijo que los precios en verde anduvieron “entre 6,50 y 7 pesos el kilo, según los tamaños”. 

Mercado tranquilo

Guillermo San Martín, de Asocam, reveló que “el mercado brasileño está todavía un poco tímido. Hay algo de ajo español y ajo de China que ha entrado sin pagar la tasa antidumping”. 

Sobre esto, explicó que “son cuatro empresas importadoras que han logrado amparos de la Justicia de Brasil para ingresar algunos envíos de ajo de China (de calibre chico) "exceptuados de ese gravamen. Eso, que entró por el puerto de Río de Janeiro, “se descargó, está en el mercado y ha hecho que bajara el precio del producto”.

Apuntó que en parte es ajo “de muy mala calidad, pero existe contrabando, porque junto con esa mercadería de menor calibre la carga incluye ajo de mejor calidad”.

Debido a ello “los precios todavía se ubican por debajo de la media alcanzada en la temporada pasada”. Reconoció que puede incidir, también, “la situación económica de Brasil”.

Pero “es de esperar que cuando termine de salir ese ajo de China que entró muy barato, los precios tiendan a subir un poco”. De todos modos, “el ajo argentino no va a tener problemas porque el mercado es muy grande”.

Según San Martín, “lo que quizás logren estas importaciones es bajar un poco el precio promedio” al momento de hacer el balance final de la temporada. De hecho, “con este escenario, automáticamente nos baja entre 2 a 4 dólares la caja de 10 kilos en Brasil”.

Escenario futuro

Guillermo San Martín aseguró que a pesar de esto, “el mercado brasileño va a seguir atractivo para el ajo argentino, porque mantenemos calidad y China entra con un producto comoditizado”.

De cualquier manera, admitió que hoy, “todas las miradas están puestas en lo que sucede en Brasil, y en las medidas que pueda tomar el nuevo gobierno de ese país, que ha dado señales a favor de una mayor apertura comercial”.

Porque el daño podría ser mucho mayor que el que puedan provocar estos pocos amparos judiciales. Advirtió, en ese sentido, que “de eliminarse cualquiera de las dos imposiciones (Arancel Externo Común o tasa antidumping) automáticamente tanto la producción brasileña como la argentina va a caer a la mitad, porque únicamente podrían seguir vendiendo a ese mercado aquellos productores que tengan un alto grado de especialización y un alto grado de integración con la cadena comercial en Brasil”.

Aseguró que “por eso, todos los esfuerzos del sector están puestos en lograr la permanencia de la tasa antidumping para poder seguir compitiendo”.

Adelantó que “hemos definido distintas acciones, que ya están en marcha” para lo cual empresarios de ambos países hicieron causa común.

El impacto de la macro

Pero esto del ajo Chino, aun con la polvareda que está levantando, no tendría el impacto inmediato que siguen teniendo los problemas de competitividad para los exportadores locales.

Guillermo San Martín advirtió, en este sentido, que “si el tipo de cambio y la inflación siguen como vienen, la situación de las economías regionales, no sólo la del ajo, va a seguir complicada”.

Confió en que el Gobierno nacional “avance en algunas de las medidas con las que espera mejorar la competitividad de las economías regionales”. Pero, “por ahora, la situación para esta temporada puede ser muy complicada”.

A la situación interna se suma la devaluación de las monedas de la región. Esto “impacta negativamente porque seguimos teniendo un costo alto en pesos”. 

Empresarios del Mercosur cierran filas ante el avance asiático

El gerente de la Asocam, Guillermo San Martín, reveló que la entidad acordó con Anapa, su par brasileña, llevar adelante tres líneas de acción para hacer frente a lo que consideran competencia desleal de China en el mercado del ajo.

Como parte de esa estrategia, "la semana pasada solicitamos al subsecretario de Agricultura, Alfredo Aciar, asistencia financiera para llevar adelante el proceso de la defensa antidumping en Brasil, que es muy técnico y costoso, ya que hay que contratar servicios de estudios de abogados especializados. 

Aseguró que la respuesta fue positiva, que “va a gestionar los recursos” (serían alrededor de 60.000 dólares), aunque aclaró que “los fondos no estarán disponibles de manera inmediata, y en las próximas semanas sabremos si serán de origen provincial o nacional”.

Por otra parte, adelantó que Gabriel Fidel está trabajando en un proyecto de norma para presentarlo en el Parlasur, “para que el ajo se mantenga de manera permanente, durante cinco años o un período mayor, en la lista de productos extrabloque, que están gravados con arancel externo común”. 

La tercera línea de acción, apunta a comprometer al Gobierno de Mendoza para que, junto con el área correspondiente de la Cancillería argentina, operen sobre las autoridades brasileñas “para que reconozcan la importancia económica y social (como generadora de trabajo) que tiene la cadena del ajo tanto en Mendoza y la región, como en Brasil”.

Esto “ya lo inició el presidente de Anapa, que se reunió a mediados de este mes con el ministro brasileño de Hacienda y sus subsecretarios relacionados con cuestiones de comercio internacional, y asistió en representación nuestra, el agregado agrícola de la embajada argentina en Brasil, Javier Dufourquet”, aseguró San Martín.