20 de diciembre de 2016
La discusión por Ganancias dejó un herido que podría dejar el Gobierno en los próximos meses
El círculo cercano del Presidente responsabilizó a un funcionario por los problemas que atravesó el proyecto original en el Congreso.
La decisión de Mauricio Macri de alejar a Alfonso Prat-Gay de la negociaciones por la reforma del Impuesto a las Ganancias deja en evidencia que el ministro no pasa hoy por un buen momento en el Gobierno.
Prat-Gay fue quien presentó el 29 de noviembre en una reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados el proyecto oficial para modificar la ley. Ése texto significaba un costo fiscal de $27 mil millones para 2017 y generó críticas internas y de la oposición.
Fue un punto de inflexión para Macri, que cambió de estrategia y puso al frente de las negociaciones al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al titular de la AFIP Alberto Abad.
"Nos mandamos un moco", manifestó recientemente Quintana. Este funcionario junto a Frigerio y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, encabezaron las negociaciones con los sindicalistas de la CGT para comenzar a enderezar la cuestión. "Prat-Gay no es un PRO auténtico y llegó a estar donde está por ser amigo de Horacio Rodriguez Larreta, que lo llevó como asesor al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el 2015", le facturan.
La segunda factura que le pasan a Prat-Gay está vinculada con el decreto que habilitó el ingreso de familiares de funcionarios al blanqueo de capitales. El ministro excluyó esa posibilidad cuando diseñó el proyecto de ley y el presidente Macri lo contradijo tiempo después con una norma que salió publicada en el Boletín Oficial.
El 8 de diciembre Prat-Gay se vio forzado a defender un decreto con el que no está de acuerdo. Dijo que la norma pone en el mismo plano a los parientes de los funcionarios con el resto de la población.
Y la tercera factura que le pasan algunos funcionarios de Cambiemos está vinculada con el altísimo déficit fiscal que registró la Argentina en 2016. Recientemente Lopetegui hizo público el malestar de Macri.
Las diferencias del ministro de Hacienda con los funcionarios que integran el círculo de confianza de Macri parecen insalvables. Siente que su tarea es supervisada las 24 horas, algo que lo incomoda. Y es por ello que en el mundo empresario y financiero ya empiezan a barajar la posibilidad de que Prat-Gay termine dejando el Gobierno.
Sería a través de una salida diplomática. Hay tres destinos probables. El que prefiere el ministro es una embajada que hoy está a cargo de un economista. Otra de las alternativas es la presidencia de la CAF. Y la tercera sería un regreso a la arena política en las elecciones de medio término. Podría ser un buen candidato en la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO espera señales de Martín Lousteau.
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