A una semana de que comience el 2017, las expectativas sobre una recuperación de la economía ahora se posan en los próximos meses. Sobre todo teniendo en cuenta que durante 2016 la mayoría de las variables económicas y financieras terminan en negativo. Los economistas son moderados a la hora de analizar lo que sucederá en el primer trimestre del año y esperan que el dólar, la inflación, el consumo y la actividad económica muestren señales positivas.

“La actividad económica en el primer trimestre puede mostrar mejoras aunque no en todos los sectores por iguales. En el caso de la industria oleaginosa puede mostrar una baja debido a que en el mismo periodo de 2015 la producción se aceleró y el piso que hay para el 2016 es muy alto”, sostuvo Fausto Spotorno, director de research de Orlando Ferreres en diálogo con Cronista.com.

La obra pública también será un factor clave y en el mercado esperan que sea uno de los motores del 2017 junto con el consumo. “Esperamos un crecimiento del PBI de 1% en el primer trimestre de 2017 contra el primer trimestre de 2016. Nuestra proyección de crecimiento para todo el año es de 2.5%. La obra pública debería empujar con fuerza, especialmente al tener en cuenta que compara contra una base muy baja del primer trimestre de 2016”, indicó Miguel Zielonka, Director Asociado en Econviews.

Para Ezequiel Estrada, director de Ficonomics “el nivel de actividad dependerá de la interacción de los factores globales (que definirán la disponibilidad y el costo de los capitales para la Argentina) y locales, con un Gobierno que se juega la totalidad de su capital y su futuro político en las elecciones legislativas. Nuestras estimaciones ubican al crecimiento de la economía en un rango de 2,5/3%”.

Inflación

En los últimos tres meses del año la inflación se comenzó a desacelerar y los economistas esperan que se mantenga la misma tendencia en el primer trimestre de 2017, con ascensos promedio mensuales de 1,5%.

“Nuestras proyecciones incluyen una variación mensual de 1,8% en promedio en el primer trimestre para el IPC GBA publicado por el INDEC. Marzo es un mes estacionalmente más alto, para el que consideramos una inflación cercana a 2.2%, mientras Enero y Febrero estarán un escalón más abajo pero no hay que olvidar que ya se encuentran programados los ajustes de tarifas de servicios públicos y combustible”, destacó Zielonka.

Para Spotorno, “en el caso de la inflación seguirá subiendo en torno al 1,5% mensual. Y para más adelante se podría acelerar, sobre todo teniendo en cuenta que quedan aumentos residuales de la electricidad, el gas y habrá que ver qué sucede con trasporte en base a la suba de naftas”.

El Gobierno espera que la inflación promedio de 2017 sea del 17%, mientras que los economistas esperan subas de hasta 24%. Sin embargo, coinciden en que durante los primeros meses la inflación se mantendrá dentro de rangos acotados, pero luego comenzará a acelerarse a la par de aumentos de tarifas.

“La meta del BCRA luce ambiciosa si se tiene en cuenta que implicaría bajarla en más de 20 puntos respecto a lo acontecido este año y cuando todavía el traspaso a precios de una devaluación resulta considerable. También deben tenerse en cuenta los impactos de las paritarias, ya que resulta difícil que los sindicatos no intenten recuperar algo de lo perdido este año”, dijo Estrada.

Dólar

Respecto al movimiento de la divisa estadounidense en el mercado esperan que para 2017 avance 18% en promedio pero se mantenga por debajo de los $ 20. Esta “tranquilidad” se trasladaría al primer trimestre del año y se estima que el ascenso será acorde a la suba de precios.

“Bajo la premisa de que la asunción de Trump no genera un tsunami en los mercados globales el Peso se mantendrá estable contra el dólar ya que durante todo el primer trimestre ingresarán fondos por el blanqueo, concentrados en dos fecha: fin de diciembre por la declaración de cuentas en el exterior y fin de marzo por la declaración de inmuebles”, remarcó Zielonka.

“Respecto al dólar no veo una suba por arriba de la que será la inflación mensual en el primer trimestre. Podría ser presionado a la baja por la entrada de dividas, pero el contexto internacional a su vez podría empujarlo hacia arriba el precio”, señaló el economista de Ferreres.

Por último, Estrada indicó que “el movimiento del dólar estará íntimamente ligado a la dirección de los flujos de capitales globales  y la reacción del BCRA frente a dichos movimientos. Desde lo comercial los ingresos de la cosecha de oleaginosas pueden ayudar, por lo que la proyección puntual del tipo de cambio sigue siendo incierta”. Además agregó que “actualmente el mercado espera una devaluación en torno al 21% a un año, entendemos que si la inflación se sitúa en torno a esos niveles, es probable que el movimiento del dólar sea menor por lo dicho anteriormente”.