En cuanto a lo primero, el decreto del presidente Mauricio Macri eliminó todos los feriados puente y dejó uno de los tres fin de semana extra largos: el de Carnaval, que este año cae a fines de febrero. Lo que más se asemeja a eso es Semana Santa, siempre para aquellos que puedan tomarse el Jueves Santo, que no es feriado.

En total, en 2017 habrá 16 días de descanso, y no 18, como era hasta aquí. El argumento oficial es que el calendario anterior afectaba el cumplimiento del ciclo lectivo de 180 días y, por otra parte, no había satisfecho plenamente las expectativas del turismo interno y perjudicaba a las industrias y al comercio.

La mayorìa de las provincias se manifestan en contra de la eliminación de los feriados puente, ya que, según se dijo, "todas las provincias” habían expresado su conformidad con la continuidad del anterior esquema de feriados.

Sin embargo, la polémica más cruda vino por el lado de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, dos organizaciones que formaban parte del elenco estable de la Casa Rosada durante la administración kirchnerista.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, dijo que conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia el 27 de marzo constituye "un agravio a la memoria” y "una falta de respeto”. "Esto es una provocación, un insulto, un agravio”, afirmó sobre el DNU de Macri.

Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza de Mayo, también criticó duramente al Presidente. "El cambio es para la gente que siente que Macri es el presidente de ellos. Para mí no es mi presidente, lo que él diga me importa un pito. El 24 de marzo vamos a convocar a toda la gente, más vale perder un día de trabajo que la dignidad”, aseveró con su habitual estilo pendenciero.

Al respecto, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, salió a defender la medida oficial y aseguró que hacer movible el feriado del 24 de marzo, que conmemora el golpe de Estado de 1976, permitirá que las instituciones públicas estén abiertas en la fecha para realizar una jornada de reflexión.

Argumentó que el cambio facilitará que la fecha caiga "en un día laborable donde el Congreso, la Justicia, la administración pública, la educación pública, las bibliotecas” estarán abiertas y "consagradas a ese día”.

Para el funcionario, esa situación no se daba hasta ahora, sino que se privilegiaba "el turismo” y el esparcimiento facilitado por el feriado, en lugar de la reflexión.

Con la condición de feriado movible, el 24 de marzo se convertirá en "un día de profunda reflexión”, dijo. Además, Avruj desmintió que el cambio indique que al Gobierno "no le interesa” la conmemoración.

En rigor, el calendario preserva como fijos los feriados de las fechas patrias, que se mantuvieron firmes durante todos los gobiernos, hasta que el kirchnerismo agregó los del 24 de marzo y el 2 de abril. La experiencia indicó que tales fechas eran tomadas más para descanso que para conmemoración de su significado.

De modo que las organizaciones de derechos humanos pueden seguir organizando actos y haciendo docencia sobre los acontecimientos que evocan tales fechas. No hay impedimento para eso. Lo que importa en verdad es que se continúe rescatando su significado, aunque tal día sea laborable.