Un incipiente problema comienza a inquietar a los bancos: la falta de financiamiento para los créditos hipotecarios con el sistema de Unidades de Valor Adquisitivo (UVA). Estos préstamos indexados comenzaron a tomar impulso desde la segunda mitad de 2016, cuando la inflación empezó a mostrar signos de desaceleración. La contracara del dato optimista es que los depósitos en UVA que generan el fondeo de este tipo de prestamos no despegan. En el BCRA ya analizan alternativas.

“Al no haber fondeo a largo plazo en UVA se retrae la capacidad de los bancos de prestar”, explican en el banco Hipotecario, uno de los más activos en el sector de hipotecas. “De todas formas, por el momento la demanda es moderada, y eso tiene q ver con que los potenciales tomadores todavía no perciben una baja inflación”, agregan.

Sin embargo, en el Gobierno creen que si la inflación se estabiliza y las expectativas se anclan más cerca de la meta ofcial del 17% de inflación, la demanda podría multiplicarse. “Sólo resta que la gente deje de temerle al crédito a largo plazo”, dicen en la Casa Rosada. Si eso ocurriera, se generaría un descalce, porque los bancos prestan a 20 años y los depósitos se colocan a menos de 180 días.

"Llegado el caso habrá que pensar en alternativas de fondeo como la posibilidad de vender Obligaciones Negociables de estos créditos”, explican en el Nación.

Esta alternativa está siendo analizada por el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, que estudia detalles de la viabilidad de un sistema de securitización. “Pero se necesita masa crítica de depósitos para que ese sistema sea viable, y estamos lejos aun de montos que permitan que cada banco lance un titulo sobre sus créditos UVA”, afirman en la autoridad monetaria. Otra alternativa que baraja el BCRA es generar un sistema de depósitos UVA que tengan un plazo de 180 días pero permitan a los ahorristas depositar fondos mes a mes. Llegado el mes numero 7, se liberaría el monto depositado en el mes 1, y así sucesivamente.

Según los últimos datos del BCRA, los préstamos hipotecarios registraron un aumento mensual en diciembre del de 3,3% ($1.870 millones), el mayor desde principio de 2013, y mantuvieron su tasa de crecimiento interanual en torno a 9%. En tanto, los préstamos UVA acumularon desde el lanzamiento en abril y hasta fin de 2016 un desembolso de $2.100 millones.

¿Por qué los ahorristas no se vuelcan a plazos fijos del sistema UVA? Según las fuentes consultadas hay dos motivos. El primero es la tasa. Los plazos fijos tradicionales tuvieron en los últimos meses un rendimiento muy cercano a la inflación, con tasas nominales anuales que hoy se ubican entre el 16% y 17%. En cambio los UVA, ajustan por inflación y apenas ofrecen un 0,1% por encima de la tasa inflacionaria.

El segundo motivo, según los bancos, es el plazo. Los depósitos UVA por normativa del BCRA deben concretarse por un plazo no menor a 180 días. Pero los ahorristas prefieren plazos menores: el 90% de los depósitos del sistema se concretan a entre 30 y 60 días.

“Si el plazo es menor a 180 días, como ajustan a través del coeficiente CER se aplica con rezago de casi un mes", explican en la autoridad monetaria. Es decir, el ahorrista cuenta con el beneficio de saber con anticipado cuanto le pagará el banco porque se basa en la inflación del mes anterior. “Cualquier movimiento en la inflación generaría cambios anticipados en el retorno y mucha inestabilidad en los depósitos. El plazo fijo en UVA es una apuesta a preservar el valor del dinero no deberían ser depósitos de corto plazo”, añade la fuente oficial.

En el Banco Ciudad afirman que “los depósitos en UVA están comenzando levemente a despertar interés en los ahorristas. Creemos que a medida que siga descendiendo la inflación la gente se animará a depositar a mayor plazo”, concluyen.
Fuente:Marcela Pagano