FINANZAS Y MERCADO
16 de marzo de 2017
El GNC en crisis
El costo del gas y la menor brecha de precios con la nafta, entre las razones de no ser el combustible elegido. Los empresarios del sector califican a la situación como "crítica" y día a día crece la preocupación.
Mientras la industria automotriz en general acaba de celebrar con el Gobierno un nuevo acuerdo para poder producir un millón de unidades en los próximos años y así comenzar un proceso de crecimiento, el sector del Gas Natural Comprimido (GNC), se mantiene en una crisis que ya lleva varios años y que no termina de resolverse sino más bien se sigue profundizando. Los propios empresarios del sector califican a la situación como "crítica" y día a día crece la preocupación.
Es que los datos avalan el escenario si se tiene en cuenta que hace solo tres años, en febrero de 2014, se concretaron 14.792 instalaciones de equipos de GNC, mientras que el mes pasado, solo se reconvirtieron 6446, el peor número desde 2010. Es decir, en sólo dos años, el mercado se redujo en 12.000 unidades, como mínimo.
Sucede que en el último año, la actividad comenzó a caer estrepitosamente. De hecho, no solo la colocación de equipos se desplomó 42% en febrero contra el mismo mes de 2016, sino que además cierran talleres, se venden menos insumos y desaparecen estaciones de servicios dedicadas al rubro.
En el sector, se adjudica la crisis directamente al precio del gas y a la incertidumbre de cómo evolucionará en el marco de una política energética que aseguran, le da la espalda. Es más, el alza abrupta del precio del gas domiciliario generó preocupación en los usuarios, y junto con los nuevos cuadros tarifarios para la distribución y el transporte de ese producto, demoraron la conversión hasta tener mayor certidumbre sobre cómo repercutiría en el precio del surtidor. En la última audiencia pública, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, dijo que para el gas natural utilizado en la elaboración de GNC habrá un alza desde abril de 8,8% y que en octubre volvería a producirse otra suba.
El valor del GNC es determinante en las conversiones. Llegó a representar 30% del precio la nafta super en la década pasada. Hoy la brecha se redujo y lo llevó a costar la mitad, que es el nivel promedio internacional. Y aunque aun así sigue siendo conveniente para quien tiene un alto uso del vehículo -la mayoría que coloca un tanque de GNC lo utiliza como herramienta de trabajo- los automovilistas parecen no elegirlo.
La cantidad de vehículos que circulan con tanques duales, a nafta y GNC se estancó en 1,7 millones, luego de haber alcanzado los 1,8 millones. La mayoría de esos autos son particulares (1,6 millones). Hay además 24.078 taxis y 23.378 pick ups.
Existen cerca de 1500 estaciones de servicio de GNC en la Argentina. El valor del m3 que allí se expende pasó de los $ 5,80 promedio de hace un año al actual $ 10,60. Pero en algunas ciudades del interior ese valor se eleva hasta $13 y lleva al combustible a acercarse sensiblemente al litro de nafta. En comparación con el gasoil, antes de las subas de precios, el GNC representaba cerca del 40% y a mediados del año pasado subió hasta el 65%.
Además, la reducción del impuesto a los combustibles líquidos llevó también a que esa brecha sea mínima en algunas zonas. Es el caso de la Patagonia, donde la caída en las conversiones es todavía más pronunciada que en el nivel general. Según el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), en Neuquén por ejemplo, el mes pasado se realizaron 22 conversiones cuando un año antes se habían hecho 59. Es decir, una caída interanual de 62%.
En tanto, la inversión necesaria para la conversión siguió el camino inverso y los precios de los equipos vienen bajando levemente desde el año pasado como consecuencia del descenso en la actividad. Actualmente, se consiguen equipos avanzados desde $ 16.000, según explicó Juan Carlos Fracchia, director de la fabrica de cilindros Inflex y miembro del Board del NGV (Natural Gas Vehicle) Global, asociación de empresarios del sector. Estos valores llegan hasta los $ 21.000.
Además de ofrecer equipos con precios más bajos, los fabricantes incluyeron planes de financiación con tarjetas de crédito para mejorar el acceso de los usuarios. Aseguran que un auto con carga intensiva de combustible amortiza la inversión en en menos de 18 meses. Todavía esas medidas no impactaron en el mercado.
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