El sindicato de Comercio, el mayor del sector privado en la Argentina con cerca de un millón de afiliados, pactó ayer un aumento salarial nominal de 20% en dos cuotas, en línea con la expectativa que tiene el Gobierno para el resto de las paritarias, con el aliciente de fondos frescos para la obra social del gremio (Osecac), provenientes de recursos públicos y de sus propios aportantes. El acuerdo se organizó con un primer pago de 10% no remunerativo con los sueldos de abril y otro en los mismos términos y de igual monto en julio, y con dos revisiones en octubre y enero de 2018 que prevén la activación de una cláusula gatillo que reabre la discusión si los valores son superados por la inflación.

El entendimiento, que firmaron el jefe del gremio, Armando Cavalieri, y los representantes de las principales cámaras empresarias del sector mercantil, Osvaldo Cornide (CAME) y Jorge Di Fiori (CAC) en presencia del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, será usado por el Ejecutivo como faro para el resto de las paritarias en marcha, en momentos en que el conflicto docente amenaza con marcar la referencia en las negociaciones salariales. De hecho, el impacto de bolsillo de la suba real es de 18,4 por ciento.

Para apurar un cierre paritario (el acuerdo vigente en Comercio tiene duración hasta fin de marzo) el Gobierno giró en las horas previas unos 70 millones de pesos que le adeudaba a la obra social del gremio, Osecac. También validó la continuidad de un aporte especial de $100 mensuales por cada afiliado a esa entidad, que ya figuraban en el acuerdo del año pasado y que representarán unos $ 1.200 millones al final del acuerdo, en abril de 2018. 

Los técnicos del sindicato y de las cámaras empresarias reconocieron que se trató de un entendimiento exprés marcado por la necesidad de la administración de Mauricio Macri de mostrar un cierre en los términos en que espera encarrilar la ronda de paritarias. En Trabajo confirmaron que en primera instancia se espera promover un cierre similar en el sector del transporte público de pasajeros con los gremios de colectiveros (UTA) y ferroviarios (La Fraternidad, Unión Ferroviaria y Señaleros).

La estimación de impacto de bolsillo de 18,4% surge por la división del aumento en dos pagos y por su condición de no remunerativo: la primera cuota mantendrá esa lógica (los empresarios no abonarán el proporcional por aportes y contribuciones) entre abril y junio, y desde el 1 de julio será remunerativo; en tanto que el segundo pago de 10% desde ese mes, que no se acumulará al anterior (la base de cálculo será en ambos casos el ingreso actual) recién será remunerativo desde el 1 de noviembre próximo. 

La clave, de todos modos, fue un desembolso realizado en las últimas horas por la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el órgano encargado del control de obras sociales y prepagas, a favor de Osecac entre otras entidades gremiales, confirmaron en el Ejecutivo. Fueron recursos correspondientes al denominado "APE residual", es decir expedientes por reembolsos de tratamientos complejos cubiertos por una obra social pero no reintegrados por el Estado, como está previsto. En el caso de Comercio esa deuda asciende a por lo menos $170 millones y el desembolso de esta semana osciló los 70 millones de pesos mediante el Sistema Único de Reintegros (SUR).

También fue decisiva la incorporación en el acuerdo de las denominadas "cláusulas gatillo", que como había adelantado este diario el Ejecutivo admitió incluir en todas las negociaciones salariales para promover incrementos atenuados bajo la condición de rediscutirlos en caso de una disparada inflacionaria. En el caso mercantil se pactó revisar la evolución inflacionaria y su efecto sobre el convenio en los meses de octubre y enero próximos.

Imagen Portada : Osvaldo Cornide (CAME), Armando Cavalieri (Mercantiles), el ministro Jorge Triaca, Silvia Squire y Jorge Di Fiori (CAC)