Guido Pella jamás olvidará el viernes 24 de marzo de 2017: en la cancha principal del Abierto de Miami redondeó una producción fantástica y selló uno de los mejores triunfos de su carrera frente al búlgaro Grigor Dimitrov, 13º del mundo. El argentino desplegó un tenis de altísimo vuelo y con mucho carácter logró mantenerse inmutable en situaciones adversas para construir una victoria memorable por 6-3 y 7-6 (7-4) que lo clasificó a la tercera rueda del segundo Masters 1000.

"En mi carrera tuve partidos muy buenos, pero este por el momento que venía arrastrando de no poder mantener el nivel durante todo un partido, tal vez sea el mejor. Necesitaba una buena actuación para poder confiar de nuevo y este fue el partido".

La fría noche de Key Biscayne fue, como toda la jornada, ciclotímica y traicionera. El viento, gran enemigo del tenis, intentó conspirar contra el nivel de ambos. La lluvia también jugó su papel y obligó a la interrupción del trámite cuando apenas se habían jugado dos games. Pero Pella fue la calma en la tormenta y al volver quebró el saque de un errático Dimitrov -cometió 38 errores no forzados- para empezar a edificar su conquista.

Dimitrov, quien había cosechado dos títulos en el año y había perdido apenas dos partidos, creció exponencialmente en el segundo parcial y mostró su mejor versión. El búlgaro, quien tiene 25 años y hace nueve que juega profesionalmente en el circuito, intenta despegarse del estigma del "baby Federer" que terminó pasándole factura en los años anteriores.

"En el segundo set me sacaron como muy pocas veces, no le podía leer el saque ni quebrar, sabía que tenía que defender mi saque a muerte para llegar al tie break y lo pude ganar ahi", reflexionó Pella con precisión: el argentino no tuvo chances de quiebre y salvó dos en los últimos dos games con su saque.

Pella brilló en el tie break, se llevó por delante a Dimitrov con su agresividad y selló su inolvidable actuación ganando otro punto de altísima factura en un espectacular segundo set. Para el argentino, quien sumó su tercer triunfo en un Masters 1000 en este 2017, fue un paso fundamental en su recuperación después de un arranque de temporada decepcionante. Fue vital para recuperar confianza porque demostró, y se demostró a sí mismo, que su tenis está a la altura de las circunstancias para batallar con los mejores del tour

"Sabía que jugando bien podía tener chances contra grandes jugadores y pude ganar, ojalá pueda recuperar el ranking rápido. Jugando así se que lo voy a hacer, si mantengo este nivel lo voy a poder lograr", analizó sobre su futuro quien hoy ocupa el puesto 158 en el ranking ATP después de ser 39º del mundo hace un año.

En la próxima rueda se enfrentará con Nicolas Mahut, 55º del mundo en singles y número uno en dobles. El francés es uno de los pocos jugadores que quedan en el circuito con un tenis de otro tiempo. Pella lo sabe: "No jugué nunca contar él, pero debe tener el mejor saque y red del circuito. Será complicado, más si hay viento, pero tendré que estar firme en la devolución y tratar de pasarlo".

La victoria de Pella confirmó también que es uno de los mejores Masters 1000 en años para el tenis argentino, con dos jugadores confirmados en tercera rueda y otros tres que intentarán sacar su ticket este sábado en el Abierto de Miami.