La producción de petróleo estuvo paralizada ayer en toda la cuenca neuquina por la crisis que atraviesan las pequeñas refinerías de la región, que esta semana derivó en el despido de 72 trabajadores de una planta de Cutral-Có.

El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que llevó adelante la huelga, amenazó con repetirla la semana que viene, pero por 48 horas, si el Gobierno no toma medidas respecto de los cesanteados y para proteger a las refinerías más pequeñas frente a la importación de combustible.

Los despidos ocurrieron en Renesa, una empresa de capitales nacionales inaugurada en 2011 bajo el ala del Gobierno para sustituir las compras de combustibles al exterior. Pero, paradójicamente, entró en crisis por la exención de impuestos con la que el Gobierno beneficia a sus compradores YPF, Axion, Shell, Oil y Petrobras.

En conferencia de prensa, el secretario general del sindicato petrolero, Guillermo Pereyra, aseguró que la adhesión al paro fue "del ciento por ciento" y que frenó "totalmente" la producción en Neuquén, Río Negro y La Pampa.

Precisó que, además de los 23.000 afiliados de su gremio, se sumaron a la huelga 7000 petroleros jerárquicos y 3000 camioneros. Y ratificó que si en los próximos días el Gobierno no convoca a la empresa y al gremio para avanzar en una solución, el paro se repetirá el miércoles y jueves de la semana próxima.

"Acá hay responsabilidades compartidas. Por un lado, de la empresa, que no ha sabido gestionar, y por otro, del gobierno nacional, por haber hecho un programa, el Refino Plus, y abandonarlo en el camino", lanzó el senador nacional por Neuquén y segundo de Hugo Moyano en la CGT opositora.

Pereyra advirtió que la crisis por la importación de combustible no sólo afecta a Renesa. "Hay otras empresas como Refinor y Fox Petrol que están en la misma situación de falta de competitividad", apuntó el sindicalista y senador.

"PARO INJUSTIFICADO"

Por su parte, YPF emitió ayer un comunicado en el que tildó el paro de "absolutamente injustificado" y calculó que por la medida de fuerza perdió 12 millones de dólares por haber dejado de producir 80.000 barriles de crudo y 3 millones de metros cúbicos de gas.

Resaltó que la producción de la cuenca neuquina, que abarca las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza, representa el 40% del petróleo que se produce en todo el país y el 56% del gas.

Consultado sobre los cuestionamientos de YPF, Pereyra fue tajante. "Con trabajadores en la calle, para nuestra organización sindical toda medida es justificada", devolvió.

También el presidente de Renesa, Miguel Schwartzbaum, respondió el comunicado de YPF. "El conflicto no es con YPF, sino con quien regula el mercado, que es el Gobierno", dijo a la nacion.

El directivo aludió a la raíz del conflicto -la exención del impuesto a la transferencia de combustible (ITC) al crudo importado- y advirtió que, de no haber cambios, Renesa tendrá que cerrar sus puertas.

"La importación distorsionó todo y lo que está en juego es el desarrollo regional. Si no tenemos respuesta, no vamos a poder seguir", afirmó Schwartzbaum. De concretarse el cierre de Renesa, los despidos serían unos 300.