El diputado nacional y exministro de Economía Axel Kicillof acusó ayer al presidente Mauricio Macri de haber ejecutado “una verdadera estafa electoral” y propuso la tarea de convencer a quienes fueron sus votantes y tratarlos “no como culpables, sino como víctimas”.

Dijo que el gobierno actual aplica un programa económico “puramente neoliberal” y lo culpó de “cerrar el 2016 con una de las mayores caídas del salario real que recuerde la historia argentina”.

Kicillof encabezó en la tarde de ayer un acto partidario en el Centro Cívico, que convocó a unas 1.500 personas, en su gran mayoría militantes de organizaciones kirchneristas como La Cámpora, Miles, el Partido Comunista, Nuevo Encuentro, Resistir con Aguante y el Partido Solidario, entre otros. También hubo banderas de El Bolsón, Lago Puelo, Sierra Grande y la Línea Sur.

Kicillof dijo que fue “un engaño” la promesa de Macri de trabajar por las economías regionales. “Vino, devaluó, levantó las retenciones y el sector tuvo uno de los peores años de los últimos tiempos –señaló–. También al hundir el salario afectó el turismo, que es el principal ingreso de Bariloche”.

Refirió que la política económica actual “no sólo afecta a los trabajadores y a los jubilados, sino también a los comerciantes y pequeños empresarios. Muchos de ellos lo votaron porque creían que Macri los iba a favorecer, pero sólo vino a favorecer a cuatro vivos, a sus socios y a su familia”.

El discurso tuvo un fuerte tono de campaña, pero también incluyó datos, cifras y exhortaciones a “trabajar en este año clave” con una propuesta de “reflexión y discusión”.

Los asistentes aplaudieron cada uno de los párrafos del ex ministro y lo interrumpieron hacia el final con el canto “vamos a volver”, que también sirvió para calentar la previa.

Kicillof dijo que el triunfo electoral de Pro en 2015 “fue producto del marketing político”, al que definió como “una fórmula científicamente preparada para vender un producto”.
Agencias