Nadie notó nada hasta que se puso azul. Casi no podía respirar. Ni hablar. Ni tragar. En la sala de urgencias del Hospital de Niños una radiografía reveló lo que pasaba: un eslabón de una gruesa cadena había quedado atrapado en el esófago del pequeño de 3 años.

Semillas de girasol clavadas en pulmones; alfileres de gancho en la tráquea, un alicate en el esófago son sólo ejemplos. Aparecen monedas, botones, llaves, bolillas y pilas en los sistemas digestivos o respiratorios de los chicos. Los pediatras expertos en endoscopía están preocupados: tres de cada 10 niños -especialmente menores de tres años- sufren accidentes por la ingesta o la inhalación de cuerpos extraños. En Argentina los casos se duplicaron en el último año, según un informe elaborado en el Hospital Nacional Posadas, que atiende pacientes de todo el país. 

Tucumán no escapa a esa realidad. Los accidentes caseros son mucho más frecuentes de lo que se cree, afirma Carlos Mariotti, jefe del servicio de Endoscopía del Hospital de Niños. En el registro de su trabajo de los últimos 15 años ha extraído 800 objetos extraños tragados por chicos.

“Hasta los 3 años los niños exploran todo por la boca. Por eso hay que tener mucho cuidado con las cosas que dejamos en casa a la altura de un niño, y también con los juguetes que compramos. No pueden tener piezas pequeñas ni ser más chicos que el tamaño de su boca”, advirtió. Explicó que los objetos que se ingieren accidentalmente pueden seguir dos vías: “la aérea (más común de 1 a 3 años, y también más peligrosa) o el esófago, tubo muscular que conduce los alimentos ingeridos al estómago (es más común de 3 a 5 años)”.

Si los pequeños se tragan cuerpos livianos normalmente estos van a parar a los pulmones. “En la mayoría de los casos el niño manifiesta al principio sofocación brusca, ahogo, tos y dificultad respiratoria. En una segunda etapa, se calma. Y finalmente, con el paso de las horas o de los días, dejan de hacer actividades o se cansan rápido. Las complicaciones ocurren en esta tercera fase”, señaló Mariotti.

“En muchos casos, los adultos no ven que el niño aspiró un cuerpo extraño. Y como no presentan síntomas, no lo llevan al médico rápidamente, lo que puede retrasar el diagnóstico y agravar la situación”, resaltó.

Es diferente cuando los chicos se atragantan con un objeto pesado y este sigue su curso por el tubo digestivo. “En estas situaciones los chicos vomitan, se babean o no quieren comer. Entonces, los papás buscan enseguida al médico”, explicó. 

Preocupante

Solo el 18% de estos pacientes llega al hospital el día del hecho. Entre el segundo y el quinto día busca ayuda médica el 42%, mientras que el 40% tarda más de 16 días en ir al consultorio, remarcó.

La intervención para extraer los objetos generalmente se realiza con anestesia general. Y el instrumento que se utiliza para ello, el endoscopio, consiste en una suerte de cánula flexible con una cámara en la punta, que permite tanto visualizar el objeto como manipular distintos tipos de herramientas para atraparlo y cauterizar una posible lesión.

Según Mariotti, los casos más graves se desencadenan cuando los chicos aspiran un resto de globo (la causa principal de muerte por sofocación en el mundo) o se atragantan con un pedazo demasiado grande de carne. “En los últimos años las pilas botón se han convertido en una pesadilla. Porque están en todas partes: relojes, juguetes, cámaras, etcétera. Cuando son deglutidas por el niño, en menos de dos horas producen quemaduras graves por las reacciones químicas que desencadenan y hasta pueden perforar el esófago”, explicó el pediatra. 

Cómo actuar

“Si notamos que el menor se ha atragantado con algo, pero puede respirar aunque sea con dificultad, es mejor no tocarlo” recomendó Mariotti, y sugirió seguir estos pasos:

1) No gritarle ni asustarlo, porque puede acelerar la aspiración o la ingestión al asustarse.

2) No hacer maniobras ni introducir los dedos en la boca para tratar de sacar el cuerpo extraño (puede enclavarlo).

3) Tranquilizarlo y acudir a una guardia.

> EL RANKING

1) Monedas 
Se introducen en el esófago. Generan estrechamiento y neumonías.

2) Semillas 
Las de girasol son las más comunes. Suelen aspirarse y van a parar a los pulmones. Pueden causar neumonías.

3) Partes de juguetes 
Quedan atragantadas en la tráquea o en el pulmón. Pueden causar laceraciones e infecciones.

4) Pilas 
Las de tipo botón pueden producir complicaciones severas. Son casos urgentes.

5) Plásticos 
Tapas de gaseosas o capuchones de lapicera. Producen tos, 
falta de aire y coloración azul.

6) Alfileres y agujas 
Causan laceraciones, neumotorax e infecciones. Sus síntomas son tos, sangrado y dolor.

7) Bijouterie 
Aros y anillos al alcance de menores de tres años  son un peligro. Producen dolor y sangrado.

8) Bolitas 
Quedan atrapadas en nariz, oído y sistema digestivo. Causan 
falta de aire e inflamación.

9) Artículos de librería (clips)
Provocan tos, asfixia y color azulado.

10) Globos 
Son los casos más graves y muchas veces mortales. Son 
succionados fácilmente dentro de la boca y los pulmones.

Foto Portada:  El doctor Carlos Mariotti muestra los objetos que extrae del cuerpo de los chicos.Foto Josè Nuno.-