SOCIEDAD
4 de agosto de 2014
Con la economía en baja, crece el temor social a perder el empleo
Según un estudio de Poliarquía, un 70% de los argentinos cree que hay pocas ofertas laborales y a la mayor parte de la población le preocupa la posibilidad de quedarse sin trabajo
El potencial impacto de un default sobre la economía argentina, se cierne en momentos en el que el propio retroceso de la actividad y los altos niveles de inflación ya han dejado una huella profunda en la población. Como nunca en el último lustro, una gran parte de la sociedad observa un agravamiento en la problemática del mercado laboral y siente el temor de perder el trabajo que la ayude a superar la delicada coyuntura.
Así lo revela una reciente encuesta que llevó a cabo Poliarquía Consultores entre residentes de centros urbanos de todo el país. El trabajo, realizado en exclusiva, mostró que un 61% de la población cree que el problema del desempleo empeoró en el último año, valor que no se registraba desde la crisis económica de 2009.
De hecho, desde comienzos de 2012 el indicador de desempleo de la consultora manifiesta un progresivo deterioro, con algunas oscilaciones en 2013 y una aceleración en 2014.
En enero de 2012, el porcentaje de gente que decía que el desempleo se había agravado en el año último era del 22%, ese número creció hasta el 38% en enero de este año y ahora ya son seis de cada diez personas las que tienen esa opinión.
Desde el principio de año notamos un progresivo deterioro de los indicadores laborales de opinión pública, fundamentalmente el que mide la evolución del problema del desempleo, comentó el director de Poliarquía, Alejandro Catterberg, y detalló que el primer semestre de 2014 cerró con un importante deterioro en la percepción del empleo. La proporción de gente que cree que el problema del desempleo se ha agravado en los últimos doce meses, pasó de un 37% en diciembre pasado a un 61% en junio, mientras que quienes creen que el problema se ha dio solucionando se redujo del 23% al 12%.
La percepción de que el desempleo se está agravando y el consecuente miedo al desempleo es más fuerte en los sectores populares y en el interior del país, añadió. En efecto, un 64% de los entrevistados con instrucción primaria son quienes creen en mayor proporción que el desempleo ha empeorado en el último año, mismo porcentaje que los habitantes del interior del país. En el Gran Buenos Aires, esa pensamiento alcanza al 61%, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires llega al 47%.
Pero la foto del panorama laboral no termina allí. La consultora observó en los últimos meses un aumento sostenido de la preocupación social por el mantenimiento de la fuente laboral.
En los últimos ocho meses, el porcentaje de gente preocupada por la posibilidad de perder el empleo pasó de 42% a 56%.
Hoy un 26% de la población dice estar muy preocupado por la posibilidad de que algún integrante del hogar pierda el empleo (en agosto pasado era el 17%) mientras que un 30% se manifiesta bastante preocupado por esta circunstancia (en agosto pasado era el 25%).
Asimismo, el informe muestra una fuerte correlación entre el miedo a perder el empleo y el nivel social de los entrevistados, en este caso identificado con el nivel de instrucción.
Entre quienes tienen instrucción primaria la preocupación por perder el empleo alcanza a un 65%, porcentaje que desciende al 56% entre los entrevistados con instrucción secundaria y al 43% entre aquellos con instrucción terciaria o superior. A nivel geográfico se observa mayor preocupación en el GBA y en el interior del país que en la Ciudad de Buenos Aires.
El miedo a perder el empleo, que alcanza al 56% de la población, se explica, por un lado, con la percepción negativa del rumbo de la economía y, por la otra, por la escasez de ofertas laborales que se observan en el mercado, dice Catterberg.
Al respecto, según la medición de mayo, un 70% de los argentinos cree que hoy en día hay pocas ofertas de trabajo, un porcentaje ocho puntos mayor al de marzo pasado y once puntos por encima del de diciembre último.
La lectura social tiene una relación directa con los números que arroja el propio Indec, cuyas mediciones marcan un retroceso menos acelerado de la economía que el que registran los estudios privados.
Aún así, el organismo oficial observó que la caída de la actividad registrada desde el último trimestre de 2013, se prolongó en el mes de junio. Y que la industria es una de las principales víctimas del parate actual, con una caída interanual de 3,2% en el primer semestre que expulsó a casi 26.000 obreros del mercado laboral, sin una posibilidad ce
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