Todo se ha precipitado alrededor de Jorge Sampaoli : hace diez días dirigía a Sevilla, el jueves pasado se radicó en el país después de 15 temporadas en el exterior, hoy pisará por primera vez en su vida el predio de Ezeiza para ser presentado por la tarde como entrenador de la selección y mañana a las 7.50 se embarcará hacia Melbourne. Para un hombre de decisiones exprés, la pastosa ciénaga en la que cayeron las negociaciones en las últimas horas fue una mala señal. Nunca iban a abortar el acuerdo, pero sirvieron para descubrir mañas de gestión.

Las tratativas comenzaron a dilatarse cuando Sampaoli descubrió que la AFA le corría el arco. Rápidamente, el entrenador conoció la muñeca política de la nueva administración: jugar con el tiempo y con las cartas marcadas. Todos sabían de la ilusión de Sampaoli por desembarcar en la selección, todos conocían que ya se había marchado de Sevilla..., escenario ideal para imponer nuevas condiciones. "Es un orgullo tener al mejor técnico del mundo", disparó el presidente Claudio Tapia . Un elogio grandilocuente que no se correspondería con los reales términos contractuales. La AFA puso en jaque cada uno de los puntos, asfixiando con el tiempo y hasta agotarlo.

De repente, hubo que rediscutir todo: plazos, montos y la amplitud del cuerpo técnico. Durante los últimos tres días y hasta anoche lo hicieron. Incluso, recién esta mañana se firmarán los papeles. La demora por alcanzar antes un punto de encuentro impidió hacer la convocatoria oficial para la presentación de Sampaoli ante los medios. La carrera contrarreloj no fue casual: respondió a una táctica de desgaste. La AFA sabía que había un día D, ayer, y especuló.

Fuentes cercanas a las negociaciones le contaron que Sampaoli planteó ganar US$ 2.500.000 anuales, y esa cifra no incluía al cuerpo técnico. Pero después de sucesivas deliberaciones -porque la contrapropuesta partió desde US$ 1.125.000-, la última oferta de la AFA habría rondado US$ 1.700.000, más el grupo de trabajo. De todos modos, algunos colaboradores extra que reclamaba el entrenador deberán correr por cuenta de su bolsillo. Le sobraban ofertas más atractivas económicamente. Sin ir más lejos, le quedaba un año de contrato en Sevilla. ¿En cifras? Cuatro millones de euros. "Él se hizo cargo de un salto arriesgado, lo sabe, pone mucho en juego. Deja de ganar dinero y, si deportivamente le va mal, a los 57años las puertas de la elite de Europa no se le volverán a abrir", lo relataron desde el círculo del director técnico de Casilda.

Pero las concesiones económicas no acabaron en el sueldo. Sampaoli financiará a la AFA para cumplir su sueño de dirigir a la selección. De alguna manera, él le pagará a Sevilla una parte de la cláusula de rescisión de 1.500.000 euros. ¿Cómo? Resignará 830.000 euros que el club andaluz le adeuda en concepto de salarios y premios por haber superado los 70 puntos en la Liga de España y conseguir la clasificación para la próxima Champions League. Ese dinero la AFA se lo devolverá en 15 cuotas, y entonces el entrenador deberá creer en quienes ya le mintieron. Y por los otros 670.000 euros sí responderá la administración Tapia-Angelici, que le emitirá garantías de cobro en plazos a Sevilla. La AFA traslada todo para adelante, y durante mucho tiempo estará cancelando compromisos con los ex técnicos Gerardo Martino y Edgardo Bauza, y con el garante Sampaoli.

Otro debate se centró en la extensión del vínculo. La AFA prefiere que no vaya más allá de Rusia, pese a que en algún momento Sampaoli había llegado a proyectar un trabajo hasta Qatar 2022. En la primera negociación, la AFA le propuso un vínculo sólo por los cuatro partidos que restan en las eliminatorias -Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador-, con un gatillo de extensión hasta Rusia, naturalmente tras la clasificación. Y si no lo lograba, adiós. Finalmente el convenio será hasta Rusia.

"Nada de lo que le ofrecieron se lo trasladaron al papel", confió el entorno de un técnico que no esperaba estos giros. Sampaoli cada día conoce un poco más a sus flamantes patrones. Una historia de enredos y distorsiones. Tantas chicanas no propician el mejor desembarco en una selección argentina que todavía pende de un hilo para llegar al Mundial de Rusia. Emocionalmente se puede entender que Sampaoli resigne posiciones ante la oportunidad de su vida. La selección le toca una fibra íntima muy sensible. Preso de ese amor, termina aceptando alteraciones. Vale advertir hoy que tantas concesiones le quitarán fuerza a los reclamos de mañana. Comienza un ciclo impregnado de urgencias y por una hendija ya se filtró la desconfianza.