Con el grueso de las negociaciones salariales encaminadas, la atención del Gobierno está ahora puesta en la paritaria de los camioneros de Hugo Moyano , a quien el macrismo considera un aliado estratégico.

El sindicato de los choferes de camión envió ayer por escrito su solicitud a la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) con una demanda de aumento salarial de 32 por ciento, unos 12 puntos por encima de la pauta salarial de referencia que trazó el Ministerio de Trabajo. Además, el gremio de los Moyano volvió a la carga con otro reclamo: elevar el adicional de 15 a 20% para los choferes que transporten combustibles.

Desde la Fadeeac, que representa a 45 cámaras del sector de todo el país, divulgaron el índice de costos del sector con cifras no muy alentadoras, lo que se interpreta como una advertencia al gremio de que ese porcentaje sería difícil de alcanzar. "La economía del país no justifica el 32% de aumento", dijeron  desde el sector empresario.

La Fadeeac se reunirá el miércoles próximo para evaluar el pedido del gremio y esperará la citación oficial del Ministerio de Trabajo para comenzar con la negociación. Un funcionario cercano al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dijo ayer a La Nacion que Moyano bajará sus pretensiones y que podría cerrar "cerca de un 22%".

Así, la pulseada salarial de los camioneros se anticipa conflictiva. El cierre de la paritaria, más el desenlace de los conflictos en SanCor y en la firma de correo postal OCA, guiarán durante junio la relación de Moyano con la Casa Rosada. Dependerá de estos factores para saber si el jefe de los camioneros mantendrá su alianza subterránea con el presidente Mauricio Macri.