La aventura de Rafa Nadal en Wimbledon sigue viento en popa. Pese a que llegó al tercer Grand Slam del año sin pisar la hierba, el tenista español está respondiendo a la perfección sobre esta superficie. Si en la primera ronda superó con claridad a John Millman, en la segunda fue el voluntarioso Donald Young el que lo sufrió en sus carnes. Lo venció en tres sets (6-4, 6-2, 7-5) en poco más de dos horas de partido.

Nadal jugó a un nivel inaccesible para el número 43 del ranking mundial. Lo intentó por todos los medios el estadounidense; incluso opuso resistencia cuando el de Manacor lo tenía casi ganado, pero finalmente tuvo que rendirse ante la evidencia. Los problemas que pudo generarle sólo sirvieron para despertar la competitividad de Nadal, que sigue en un estado de forma óptimo para afrontar con plenas garantías la pugna por el trono de Londres contra Federer y compañía.

Nadal volvió a jugar a un nivel inaccesible para su rival, que a pesar de ir siempre por debajo en el marcador nunca bajó los brazos

Destacaban Nadal y los suyos antes de medirse con el de Chicago que tenían que estar muy atentos a la velocidad de su rival. El estilo de Young se basa en jugar rápido y evitar, para bien o para mal, que los puntos sean alarguen, lo que le convierte en un jugador con muchos altibajos. Para muestra un botón. En el primer juego del encuentro, el estadounidense saltó a la pista con nervios. Desordenado y muy acelerado, sirvió en bandeja su saque de buenas a primeras, un regalo que el mallorquín no desaprovechó.

Young tenía que remar con el viento en contra desde el comienzo, una situación para nada idílica por el tenista que en 2005 el prestigioso semanario Newsweek incluyó junto a Obama como uno de sus ciudadanos con más perspectivas de triunfar en el futuro. El camino no ha sido de rosas ni mucho menos, pero a sus 27 años Young ha conseguido asentarse en el top 100, algo que otros jóvenes prodigios no consiguen y se transforman en juguetes rotos.

No decayó su ánimo Young e intentó plantar cara a un Nadal que se encontró algunas dificultades en los primeros juegos con su servicio, pero que poco a poco se fue soltando. Intentó entonces desacelerar a su rival, madurando más los puntos como acostumbra. Un “¡vamos!” tras un deuce ilustra a la perfección lo metido que el tenista español estaba en el encuentro.

Con menos adornos que en su primer día pero igual de efectivo, a Nadal le valió ese break inicial para vivir de rentas durante todo el primer parcial. En el segundo, se repitió el mismo guión. Young cedió su saque en el arranque. La vista de lince del español le permitió parar un punto que era bueno para él y así afrontar bien encarado el primer juego. En el siguiente tuvo que tirar adelante un 0-30 delicado, primero con un passing de revés cruzado cuando el estadounidense ya merodeaba la red y después mostrando su versión más sólida.

El manacorense se medirá en la siguiente ronda a Khachanov, la joven perla rusa
La primera oportunidad de Young para romper el servicio de Nadal llegó cuando ya sacaba para adjudicarse la segunda manga. Un objetivo que se le atragantó pese a mostrar con el 5-2 su versión más kamikaze. Ni así pudo. Con algo más de suspense, Nadal cerró un segundo parcial en el que estuvo mucho más entonado.

No perdió la cara al partido el americano, ni con los puntos de fantasía del manacorense en el inicio del tercer set. Un passing brutal y un gran globo que se fue por poco fueron insuficientes para seguir con la misma tónica. Esta vez sí, Young arrancó con el 1-0 en su casillero y se animaba, dispuesto a plantar batalla. Ya sin presión, empezó a desplegar un buen tenis a base de golpear con dureza la bola, lo que llevó a inquietar en algunos momentos al dos veces campeón de Wimbledon. Animaban en la pista central, pero con el 3-3 parecía que llegaba la sentencia.

Con dos bolas de break a favor, Nadal vio cómo su rival enviaba un revés en el pasillo de dobles que le daba ya una ventaja clara. Firmes los dos con su saque, Young quiso aferrarse a la poca vida que le quedaba y consiguió romperle el servicio por primera vez en el partido. Nadal replicó con un contrabreak y con su servicio mató el encuentro. Así pues, avanza a tercera ronda, donde le espera el joven ruso Karen Khachanov, que superó -no sin dificultades- al brasileño Thiago Monteiro en segunda ronda. Se le viene un ‘pegador’ en toda regla a Nadal, una auténtica primera prueba de fuego. Aun así, si sigue tan serio y concentrado será difícil que puedan pararle.