DEPORTES
18 de agosto de 2014
Boca, de la frustración a su primera alegría en apenas un minuto
Gigliotti puso la cabeza en tiempo cumplido y le dio el triunfo al xeneize ante Belgrano en Córdoba. En la jugada previa, Orion salvó al equipo de Bianchi con una tapada bárbara ante Mansanelli.
En apenas un instante, Boca pasó de sumar una nueva frustración o conseguir el primer triunfo en este Torneo Transición. El equipo de Bianchi –que venía de caer ante Newell’s en la Bombonera- volvió a jugar mal y sufrió ante Belgrano en Córdoba. De hecho, César Mansanelli tuvo la victoria en sus pies en los minutos finales, pero Agustín Orion lo evitó con una gran tapada. Y apenas en la siguiente jugada –ya en tiempo de descuento- una buena jugada de Federico Carrizo para la cabeza de Emmanuel Gigliotti le dio los tres puntos al xeneize en un Estadio Mario Alberto Kempes colmado por 35 mil almas.
Con antelación a esas dos acciones determinantes, Belgrano y Boca habían fallado en la creatividad y la definición, por lo que el empate 0-0 quedaba a tono con lo visto.
El primer tiempo fue bastante parejo, aunque no escapó a la polémica: el hondureño Jerry Bengtson se escapó solo en velocidad ante una mala marca de la defensa xeneize pero, mano a mano ante Orion, eligió simular un penal que el árbitro Diego Ceballos, quien equivocó en no sancionar al atacante.
En Belgrano de nuevo fue importante el desempeño del ascendente mediocampistas Lucas Zelarayán, aunque es evidente que se siente más cómodo cuando ataca que cuando debe colaborar con la función defensiva.
En el comienzo del cotejo el local fue el que tomó la iniciativa y eso ya se había insinuado en la formación titular, dado que el entrenador Ricardo Zielinski recurrió a una dupla ofensiva, la compuesta por Bengtson y César Pereyra, y no a un solo punta como ocurrió en la temporada última.
De todos modos, a partir de los 20 minutos, Boca pasó tener mayor contacto con la pelota, por lo que a lo largo del primer capítulo cada uno trató de hacer valer sus cartas. Lo mejor de Boca en esa primera mitad del encuentro fue un disparo de Federico Carrizo que pegó en el travesaño.
La segunda etapa fue más monótona, porque Belgrano buscó el triunfo, aunque lo hizo con voluntad, pero sin ideas claras ni penetración. Boca por su parte evitaba contratiempos, pero tampoco ponía en peligro la valla de Juan Carlos Olave.
Hasta que sobre el desenlace ambos tuvieron la posibilidad de ganarlo. César Mansanelli, tras un centro de Farré, ingresó libre por detrás de propios y extraños, pero Orion mostró toda su jerarquía. Pero como si tuviera poca amargura el Celeste por ese gol que acababa de perder, Carrizo recibió una pelota en el sector izquierdo del ataque, observó el panorama y puso el centro en la cabeza de Gigliotti, quien no falló y decretó el triunfo xeneize sobre la hora.
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