AGRO
7 de agosto de 2017
Maíz para la generación de energía eléctrica
Avanza en el país el uso de cereales para la producción energética. Costos y oportunidades el desarrollo de electricidad con este cereal. El análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Desde la Bolsa de Cereales de Rosario, analizaron las oportunidades de generar electricidad a partir de maiz, en la Región Centro.
El valor agregado avanza para la generación de energías verdes. Sofía Corina, investigadora de esta institución indicó que el maíz es una planta eficiente en la generación de biogás ,mezcla de gases, principalmente metano y dióxido de carbono, a partir de la fermentación anaeróbica. Esto se realiza a partir de la descomposición de la materia orgánica en ausencia de oxígeno del silo de maíz y su mezcla con estiércol.
El biogás, al alimentar un motogenerador, produce, por un lado, energía eléctrica que va a la red y, por el otro, energía térmica para calentar agua a una industria cercana. De todo este proceso se desprende el digestato; líquido de concentradas dosis de nutrientes que se usa como biofertilizante para producir el propio maíz.
Un esquema donde nada se pierde, todo se transforma. Para Corina, dentro de las potencialidades y beneficios de este agregado de valor, es una cadena de beneficios que comienza por el productor quien, para la investigadora, cuenta con la posibilidad de diversificar su producción, agregando valor al grano de maíz al tiempo que mitiga el costo del flete al puerto. "Por otra parte, los inversores ven la oportunidad de diversificar su cartera. En tanto, los profesionales de diversa índole también juegan un rol crucial en el asesoramiento y la investigación.
Las empresas de insumos, mantenimiento, trasporte, comercialización y otros servicios anexos se suman para el óptimo funcionamiento del negocio. En conjunto, este proyecto permite la generación de puestos de trabajo de manera directa e indirecta impulsando las economías del interior", opinó. Agreggó que el ambiente es otro de los beneficiarios.
"El balance de gases de efecto invernadero al ambiente es neutro debido a que el CO2 producido por el biogás es compensado por el maíz que lo toma para transformar la energía solar en masa seca a través del proceso de fotosíntesis. Por otro lado, se obtiene un biofertilizante como subproducto que puede ser usado como insumo para la producción del maíz. Por lo tanto, los nutrientes extraídos por la cosecha retornan al suelo", detalló Corina.
A nivel global en la región, para la investigadora de la Bolsa de Comercio de Rosario, la matriz energética argentina se ve favorecida también. "El uso de bioenergías aminora la dependencia de los combustibles fósiles y se complementa con el resto las fuentes de energía renovables de la naturaleza.
El biogás, a diferencia de las fuentes fotovoltaica (solar) y eólica, hace posible la generación de energía constante, no sólo cuando es de día o hay viento. Otra diferencia es que se produce y se consume en origen, mientras que la eólica se genera en lugares descampados que implican inversiones millonarias en infraestructura de conexión con los centros de consumo". Citó también que, la producción de bioenergía es descentralizada y requiere una menor inversión inicial porque se puede producir a diferentes escalas. En cambio, para crear un parque eólico o fotovoltaico la unidad mínima productiva son 25 MW que equivalen a una inversión de 50 millones de dólares, detalló. Un caso en Córdoba. La investigadora citó como ejemplo, el caso de una empresa en esta provincia que genera electricidad a partir de maíz. "Pese a los beneficios de la versatilidad que nos brinda el maíz, existen controversias acerca del uso del alimento para la generación de energía. Ante esta objeción, el Ing. Agr. Germán Di Bella, socio presidente de Bioeléctrica explicó que “cuando termina el día, por ejemplo, vamos a consumir 30.000 kilocalorías, de las cuales sólo 2.500 provienen de los alimentos. El resto son consumidas en las actividades cotidianas: computadoras, lavarropa, refrigeración, celulares. Por otro lado, la producción de maíz en Argentina excede el propio consumo y se exporta casi en un 60%, más aun considerando que el área maicera tiene potencial para crecer y equiparar la balanza con la superficie de soja. Por lo tanto, aún queda un largo camino por crecer hasta que el uso del maíz sea un problema para la mesa de los argentinos”, opinó. Algunos números de la conversión maíz – electrón
Bajo un contrato de 20 años de duración, el precio del mega por hora ofrecido por CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) es de 200 dólares, pero en combinación con el elevado costo argentino de producción los márgenes quedaron ajustados. Ante esta situación, Bioeléctrica incorporó la vinaza (subproducto líquido de la destilación del concentrado en la fermentación del etanol) para reemplazar en parte al silo de maíz. La vinaza la obtiene de manera gratuita de la empresa asociada Bio4 y permite bajar los costos en el orden de 40 dólares por MWh para ubicarse en torno a los u$s 170; de lo contrario, el negocio sería inviable.
Actualmente, para producir 1 MW por hora se necesitan por día 45 toneladas de silo de maíz, la vinaza y 6 mil litros de estiércol (equivalente a medio camión). El estiércol puede provenir de cualquier animal pero hay que procurar que el mismo no contenga tierra.
Según un estudio realizado por FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) titulado “La importancia del incentivo a la generación de Energía Eléctrica a partir de Biomasa Agropecuaria” calcula, mediante fórmulas matemáticas, que la tarifa eléctrica para un proyecto de 1 MW de escala y una tecnología que utiliza una relación de 9:1 maíz/efluente debería fluctuar en un intervalo de 240 y 260 dólares /MW.
En cuanto a inversiones, la planta cordobesa adoptó el modelo alemán. Alemania destina casi la mitad de las hectáreas de maíz para la producción de energía, produce el 61% del biogás en Europa y posee 9 mil plantas de biogás entre las cuales se encuentran las más importantes a nivel global.
Para Bioeléctrica la importación de esta tecnología de punta significó una inversión inicial de 4,5 a 5 millones de dólares. Este monto partió de 49 productores e industriales asociados bajo un esquema de cooperativismo y diferentes líneas de financiamiento.
Actualmente la producción de la firma es de 1,2 MWh, pero con la instalación del nuevo motor Caterpillar sumarán 1 mega dentro de 15 meses. Además se está construyendo una unidad adicional para llegar a los 3,20 MW en el próximo año implicando una inversión de 12 millones de dólares.
En un futuro cercano se pretende replicar este modelo en distintos puntos productivos del país para seguir aportando energía maicera a nuestra red eléctrica nacional y contagiar las externalidades positivas en los pueblos y ciudades del interior.
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