ECONOMIA Y POLITICA
20 de agosto de 2017
Dujovne: Propondremos que los impuestos vayan bajando en un plazo de cinco años
El ministro de Hacienda cuestionó las críticas "sin propuestas" de la oposición; afirmó que el gradualismo es el camino correcto.
Dice que no entiende cuál es la propuesta de Sergio Massa, más allá de las críticas que le hace al Gobierno el dirigente de 1País; afirma que el ex ministro Roberto Lavagna es responsable de problemas que hoy hay que solucionar (como el congelamiento de tarifas) y cuestiona que una ex presidenta del Banco Central durante el kirchnerismo no haya pronunciado nunca, en su gestión, la palabra inflación. En un año marcado por las elecciones legislativas, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dio, durante su charla con periodistas, su visión sobre las opiniones que desde sectores de la oposición se expresan sobre las políticas económicas y decisiones del Gobierno. Además, defendió la estrategia de gradualismo del Gobierno y dijo que la reforma tributaria preverá cambios que se irían haciendo efectivos en un plazo de cinco años.
Sergio Massa plantea que no quiere la Argentina del ajuste ni la de la corrupción, ¿se perdió el camino del medio?
"No lo sé. Yo quiero hablar de nosotros; estamos convencidos del rumbo que lleva la Argentina para romper décadas de estancamiento. Estamos en un camino para crecer 5 o 10 o 20 años. Cuando veo la propuesta de Massa, escucho una crítica general, pero no entiendo cuál es la propuesta que tienen. Nuestro rumbo está claro y así lo interpretan muchos".
Hay empresarios y analistas que dicen que no hay plan económico
"Tenemos un plan muy visible: metas fiscales, un Banco Central con metas propias, una reforma tributaria que va a ser presentada dentro de muy poquito tiempo, una ley de responsabilidad fiscal que va a fijar el gasto de las provincias y el Estado nacional; tenemos un programa de apertura gradual al mundo. No tenemos un programa como el de los 80, de congelamiento, de fijación del tipo de cambio. Si nos piden eso, no lo van a tener".
El ex ministro de Economía, Roberto Lavagna dice, sobre el Gobierno, que estas cosas "terminan mal"
"Hay que ver que son «estas cosas». Si «estas cosas» son ir saliendo gradualmente del default, ir normalizando el precio de los servicios públicos, ir integrándonos al mundo, con un Banco Central responsable y que no financia déficit fiscal con emisión monetaria... Lavagna pertenece a un espacio político al que no le fue bien en campaña y por eso empezó a apelar a estas cosas, a la magia para intentar recuperar algo que el electorado no les estaba dando. Es muy claro que intentaron instalar la discusión sobre la economía y fueron castigados, porque la sociedad percibe que el esfuerzo que se está haciendo es el camino adecuado para crecer de manera sostenida, y ya no vaciando las reservas del Banco Central o congelando las tarifas. Recordemos que Lavagna fue ministro de 2002 a 2005 y en buena parte de esa época las tarifas no fueron revisadas. Parte de los problemas de hoy son heredados de su gestión. Debería mirar con humildad el proceso que se está transitando".
La ex presidentadel Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, dijo que se crea"un monstruitocon las Lebac"
"Sin palabras. Pero es una ex presidenta del Banco Central que no debe haber mencionado la palabra inflación en todo su mandato. El rol de un banquero central es bajar la inflación, porque es el impuesto que afecta a los que menos tienen, y de eso no se ocupó nada. Tuvimos un Banco Central que era una repartición del Tesoro, que ni siquiera cuestionó las cifras de Moreno, y que venga a dar lecciones de política monetaria, es osado".
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló que "el gradualismo es la salida del populismo sin crisis"
"Eso refleja claramente nuestra posición como Gobierno. Después de 12 años de descalabro, con 30% de pobreza, no había posibilidad para políticas de shock. Nosotros hemos elegido desandar un camino de 12 años de descalabro en la política inflacionaria, el tamaño del gasto público en referencia con el producto bruto. También verán que no se producen todos los cambios en 2018, sino que propondremos que los impuestos vayan bajando en cinco años. Bajar el déficit y los impuestos, en el corto plazo, son dos objetivos que se chocan entre sí. No hay otra manera de salir de 12 años de despilfarro, corrupción, que no sea de manera gradual si queremos poder hacerlo atendiendo a los que menos tienen y sin dañar el tejido social".
¿Cuál es el límite para financiarse con deuda, dentro del plan de gradualismo?
"El límite es ser solventes; entonces, necesitamos que la deuda pública deje de crecer en relación al producto bruto interno. Con nuestras metas fiscales, esto sucederá en 2020. Podemos continuar utilizando deuda transitoriamente".
¿Habrá más aumentos de tarifas de servicios públicos durante 2018?
"Están fijadas por el régimen trimestral de tarifas. Las de gas y electricidad se revisan. Es costoso, es duro, pero es de la única manera que podemos crecer, sin que los servicios se corten, y de que quienes vienen a invertir puedan producir y generar empleo".
¿Cuánto preocupa lo que ocurre con los sectores concentrados?
"Mucho. Pero recordemos de dónde veníamos. El Gobierno generaba el delito de provocar medidas anticompetitivas. Si uno sienta a una mesa a empresarios y les genera a todos la misma lista de precios, genera la no competencia, el cartel del oligopolio, a costa de los consumidores. Queremos competencia, integrándonos de a poco al mundo. Miren qué pasó con las tarjetas de crédito. Ahora se rompió el monopolio de servicios de financiamiento que hacía una sola empresa de tarjetas de crédito, y está obligada a desinvertir para que recibamos más competencia en el sector. Le asignamos un rol muy importante, pero agarramos una estructura donde no había instituciones antimonopolio".
-¿Se siente cómodo con este nivel de dólar? ¿Cree que en julio no impactó en los precios, pero sí podría impactar en agosto?
Me siento cómodo con el esquema del tipo de cambio flotante, que la Argentina realmente nunca tuvo. Porque si bien durante alguna etapa del kirchnerismo se suponía que el peso podía flotar, no lo dejaban, era un flotación muy sucia, y lo que estamos intentado es que el precio pueda fluctuar con mucha más libertad. En ese movimiento a veces está más apreciado, a veces más depreciado, y la verdad es que hay que acostumbrarse a convivir con ambos momentos, porque es la única manera de que realmente los argentinos adoptemos al peso como unidad de referencia.
-¿Es lógico un valor de 18 o 19 pesos para fin de año?
-Ahora tenemos un valor que anda entre 17 y 18 pesos, yo lo encuentro muy razonable.
-A propósito de la necesidad de la llegada de inversiones, se habla mucho de reformas pendientes, como la tributaria, pero no se discuten este año por ser electoral. ¿No se está demorando, por la política, lo que hay que hacer y que es urgente para la llegada de inversiones?
-Yo diría que este 2017 va a ser un gran año para la inversión en la Argentina; va a crecer cerca de 10% interanual, las cifras que tenemos del segundo trimestre son muy buenas, con un salto en la importación de bienes de capital, con un incremento muy grande en la producción de bienes de capital, maquinaria y equipo local. Y este incremento en la inversión no se veía desde hace muchísimos años: el último año en que la inversión creció en la Argentina a una tasa razonable fue en 2011 antes del cepo y antes de que se desplomaran los precios de los bienes básicos. Este año la inversión ha comenzado a reaccionar con fuerza. Arrancamos en un nivel muy bajo, teníamos hasta el año pasado un nivel de inversión cercano al 16% del PBI, en esos niveles apenas alcanzamos a reponer la amortización de los equipos.
-¿Cuál sería el nivel adecuado de inversión en el país?
-La Argentina tiene que llegar a una inversión más o menos del 20% del PBI, para que el crecimiento potencial de la economía pueda sostenerse en niveles anuales por encima del 4%. Yo creo que llegan a verse los frutos de lo que estuvimos sembrando desde que el presidente Macri asumió. Primero fue el arreglo con los holdouts y la salida del cepo, que permitió que baje muchísimo el costo del endeudamiento, ahora los proyectos para invertir en la Argentina se descuentan a tasas mucho más bajas que antes. En términos de lo que falta, falta muchísimo, venimos de 12 años de una macroeconomía muy desordenada, en la que estuvimos destruyendo la infraestructura, las instituciones y la confianza del sector privado. Y estamos en un proceso de reconstruir, hace falta infraestructura, la reforma tributaria... Tenemos muchísimos desafíos, pero estamos con optimismo.
-Hay una parte de la población que no siente que se reactive la economía y es fácilmente identificable en el conurbano bonaerense, donde se votó por la ex presidenta. ¿Cuáles son los motivos económicos por los que alguien, en el conurbano, no elige la fórmula de Cambiemos?
-No soy analista, pero como ministro puedo decir cómo hacer para que el conurbano no sea la zona más atrasada en términos sociales y para que tenga las mismas posibilidades que el resto del país. Durante muchísimos años, el Estado abandonó a los habitantes del conurbano; no se hicieron obras de infraestructura, se deterioró la educación pública, hubo una gestión que durante años sólo pintó de naranja e hizo marketing. Ahora se combate el narcotráfico, se fomenta la educación y se hacen obras para una zona muy postergada. La única manera de generar prosperidad es que haya educación. Es cierto que en el conurbano bonaerense es también donde teníamos el mayor atraso tarifario, y un entramado industrial muy afectado por la recesión brasileña. Ahí se nos juntó una tormenta que afecta con más intensidad que en el resto del país, donde la actividad productiva está más alineada al agro. Creo que, así como la economía empezó primero con las exportaciones, luego la inversión, y ahora vemos que el consumo se recupera, el conurbano va a empezar a percibir la normalización económica y los beneficios de una mejor economía.
-El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, puso una meta de inflación del 17%. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, reconoció que no cumplirían con la meta y ubicó la inflación esperada cerca del 20%. ¿De qué lado se ubica usted?
-La meta del Banco Central es una meta, no una proyección. Nos obliga a una metodología de trabajo. Implica que el Banco Central trabaja con una tasa de interés, con una absorción de dinero y un tipo de cambio que ayuda. Es una meta y al final del año veremos en dónde estamos.
-¿Usted qué número prevé?
-No tengo una previsión.
-¿No está alineado con el Banco Central?
-Bueno, tengo una meta fijada, pero no una previsión.
-¿No cumplirla sería un fracaso?
-No, en absoluto. Todos los países que bajaron inflación viniendo de niveles altos no se fijan tanto en eso. Lo que importa es la persistencia en la búsqueda del objetivo.
-Hay un compromiso de reformar el sistema previsional y el financiamiento es un tema central. Usted ha dicho que las contrataciones laborales son caras en la Argentina. ¿Cómo se concilian los objetivos si se quieren bajar los costos y dar sustentabilidad previsional en el largo plazo? ¿Y cuál es su posición respecto de una posible suba de la edad jubilatoria?
-Es un tema tan relevante y sensible que no hay manera de que se produzca una reforma previsional que no sea por consenso. El Gobierno tiene que tomarse esos tres años [que da la ley para la reforma] y elaborar una propuesta donde tengamos el acuerdo de la oposición, la CGT y el empresariado. Con respecto al mercado laboral, tenemos en claro que los costos son muy altos, no por el salario de bolsillo, sino por el sobrecosto gigantesco, con los impuestos al trabajo. Queremos ayudar a quienes tienen salarios muy bajos, donde se compite con la informalidad, dando una respuesta para que en los salarios más bajos los costos bajen más rápido. Eso tiene que ir con una reforma más integral.
-¿Habrá blanqueo laboral?
-Se está trabajando en eso y posiblemente tengamos pronto novedades del Ministerio de Trabajo.
-En septiembre se conocerá el dato del PBI del segundo trimestre, ¿qué tan optimista es?
-Creo que vamos a seguir creciendo a un ritmo muy bueno. En el primer trimestre habíamos crecido 1,1% respecto del cuarto trimestre de 2016 que, si se anualiza, llega al 4%, y supongo que estaremos en un nivel similar, empujado por un desempeño muy bueno de la inversión.
-Entre las noticias no tan buenas están los datos del consumo. Según el Indec, las ventas en supermercados cayeron en junio 1,2% y en centros comerciales, 5,1% interanual. Las consultoras dicen que en junio el consumo cayó 2,5%. ¿Cuándo va a arrancar esa variable?
-Estamos confundiendo ventas en supermercados o shoppings con consumo; no es lo mismo, porque en todo el mundo está cambiando el modo en el que se comercializan los productos, con un gran crecimiento de los canales electrónicos y mayoristas y comercios de cercanía. Eso no lo muestra la encuesta de supermercados y shoppings. En el Ministerio de Hacienda elaboramos un indicador de consumo y desde el primer trimestre vemos una recuperación interesante del consumo, y creemos que este año va a terminar creciendo cerca del PBI. Mientras que el producto estará en 3%, el consumo crecerá ligeramente por debajo, 2,7% interanual.
-El gradualismo en las políticas, ¿no es el perro mordiéndose la cola? ¿No trae como consecuencia una mayor demora de las inversiones? Un empresario dijo hace poco que la Argentina no hizo ninguna reforma estructural.
-Yo creo que el perro se mordía la cola antes. Se generaba un problema, al que le debía provocar una solución, para generar otro problema que traía aparejada otra solución. Por ejemplo, cepo, caída de exportaciones, prohibición de importar... Ahora tenemos una economía creciendo al 3%, seguimos normalizando tarifas públicas. No hemos podido enviar la reforma tributaria porque en medio de la campaña hubiéramos forzado a la oposición a pronunciarse en contra, cuando creemos que tras las elecciones nos apoyarán. Es una buena reforma. Somos realistas en lo político y pensamos que para tener un programa fiscal consistente hay que tener un programa integral consistente. Todo debe ser consistente. Debemos seguir con apoyo de la sociedad. El norte es claro: "Vísteme despacio porque voy apurado". Tenemos claros los objetivos y no podemos equivocarnos. Vamos a movernos en tiempos que la sociedad tolere y apoye, porque si no, no hay manera.
-La reforma tributaria, ¿podría dejar algún cambio en la relación de fuerzas entre provincias y Nación, en cuanto a quién recauda y cómo se distribuyen los recursos? ¿Habrá alguna forma de evitar la discrecionalidad?
-Nosotros tenemos una propuesta de reforma tributaria que abarca los impuestos nacionales. Ahora, la reforma quedaría incompleta si las provincias no se mueven en una dirección similar para reducir Ingresos Brutos y convertir ese impuesto en algo más similar al impuesto a las ventas, porque hoy se acumula en cascada y hace prohibitiva la exportación. Nosotros podemos hacer una propuesta para trabajar en conjunto, pero tiene que trabajarse por fuera de la reforma de impuestos nacionales. El otro tema es discutir cómo se lleva a cabo el gasto en la Argentina. Hay gran parte del gasto que hace el Estado nacional es en las provincias. El Estado transfiere recursos para que las provincias ejecuten y, probablemente, esa no es la manera más eficiente. Si estuviera directamente en las provincias, y la Nación se quedara con mecanismos que evalúen la ejecución, podríamos bajar muchísimo los costos, porque la provincia está más cerca de quien recibe ese gasto. Eso debe estar dentro de una mesa de discusión.
-¿Va a existir una propuesta de la Nación a las provincias sobre qué hacer con Ingresos Brutos?
-Tenemos que conversar.
-Usted habló de brotes verdes,el fin de la recesión, bosquesverdes... ¿qué es lo que viene?
-Veinte años de crecimiento. Estamos en camino a construir una economía solvente, que puede resistir shocks, donde el crecimiento está liderado por la inversión, que nos permite ser más productivos, prósperos y con salarios altos. Va a haber lugar en esta economía para todos los argentinos. Si crecemos 20 años al 3% anual, vamos a duplicar los ingresos y vivir en un país mejor. Esta será la primera generación que dejará un país mejor que el que recibió.
Mini bio
Edad: 50 años
Estado civil: casado
Profesión: economista
Trayectoria
Trabajó en las consultoras Alpha, Macroeconómica y en los bancos Citibank y Galicia; en 2011 fundó su propia consultora. En TV fue coconductor de Odisea Argentina
Último libro leído
"Estuve leyendo una serie de novelas de un autor noruego, Karl Ove Knausgård. Y Anatomía de un instante de Javier Cercas, que me lo regaló Federico Sturzenegger"
Música preferida
"Me gusta Bob Dylan; de aquí, Andrés Calamaro. Depende del momento; también me gusta el jazz y me gusta mucho Bowie"
Fuente:La Naciòn
Esta noche, a las 22, se transmitirá por el canal LN+ el programa "A fondo", con la entrevista al ministro de Hacienda. El canal está disponible en DirecTV (715/1715); Cablevisión (19 Digital/618 HD y Flow) y Telecentro (705 de la grilla digital).
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