El panorama económico y social por el que atraviesa Puerto Madryn en estos días pone sobre el tapete un escenario de crisis que, en diferente magnitud, se repite en otras ciudades importantes de Chubut.

Los ejemplos son elocuentes: en la ciudad portuaria, la eclosión de la pesca, las complicaciones con el aluminio y, sobre todo, la administración municipal. En Trelew, el prolongado desmembramiento del Parque Industrial llegó a su máxima expresión, a punto tal de que empresas históricas cerraron sus puertas y otras, como en el caso de Sedamil este año, pusieran en jaque su continuidad.

Esquel hoy cuenta con una dependencia total de la obra pública, a partir de una importante retracción en las últimas temporadas turísticas y con empresas reconocidas que hoy se encuentran ante una encrucijada. Frigoríficos a punto de cerrar sus puertas y un consumo alicaído que se contrajo un 10 por ciento en lo que va de 2014.

Lo anterior son algunos ejemplos de la crisis que viven las grandes ciudades de Chubut. Entre Trelew, Madryn y Esquel (y se le puede sumar Rawson) conforman prácticamente el 45% del producto bruto geográfico de la provincia. Es decir, casi la mitad de la riqueza producida en Chubut. Casi toda la otra mitad, claro está, se la lleva Comodoro Rivadavia, a partir de la actividad petrolera.

Puerto Madryn quizás hoy expresa de forma exagerada este panorama descrito. Pero es singular que durante este año se hayan suscitado problemas estructurales en puntos neurálgicos de la provincia. Así, la pesca, la industria textil-sintética, el turismo son algunas de las actividades que sufrieron importantes sacudones.

Otro dato se suma a todo ello: el desempleo en el Valle llegó a su valor más alto en cuatro años, con una tasa que se ubicó en 7,4%. En ese contexto, una cifra por demás preocupante: en Dolavon la falta de empleo llega al 20%, reconocido por su propio intendente, Martín Bortagaray. En Esquel, la falta de trabajo ha despertado nuevamente el interés por desarrollar la minería.

Madryn: crisis y política

Guillermo “Willie” Paats es un reconocido empresario de Puerto Madryn, que además tiene a su cargo la conducción de la Cámara de Turismo de Chubut. Primero, hace un análisis político: “En Madryn se llegó a esta crisis por errores en la administración municipal, por estos desacuerdos entre la Municipalidad y la Provincia. Madryn sufre una interna dentro del justicialismo que no le hace bien a nadie”.

En ese sentido, destaca la necesidad de un equilibrio institucional para que incluso desde el sector privado la actividad pueda funcionar. “En estos lugares con 80, 100 mil habitantes, tiene que haber una armonía generada tanto por el sector privado como por el sector público”.

Luego, están los factores netamente económicos: “Tenemos la situación general de Argentina, la recesión, y a eso se le suma la problemática de la pesca, con Alpesca a la cabeza. También hay que agregar lo que vivimos no hace mucho con el sindicato de estibadores con los cortes a Aluar, siendo esa una economía muy importante e influyente en Puerto Madryn. Además, está la situación de la Municipalidad, donde que no cobran los salarios los municipales con la situación de hoy que a muchos les cuesta llegar a fin de mes, se torna una situación social que impacta directamente en la población y fundamentalmente en la parte comercial. Hoy se puede ver en la falta de consumo que hay en la ciudad”.

El empresario indicó que producto de esta crisis, han cerrado muchos comercios en la localidad del Golfo.

Parque Industrial de Trelew

Sin dudas uno de los puntales en la actividad privada de Trelew ha sido desde siempre el parque industrial textil sintético. Actualmente este rubro ha perdido fuerza y los síntomas han salido a la luz con un cuadro febril bastante complejo. No por nada desde el INTI se buscó hacer un estudio de competitividad en todo el parque textil.

Para el titular de la Unión Industrial de Chubut (UICh), Celso Pontet, el problema pasa por la falta de renovación tecnológica. “Trelew es un polo textil sintético que se va cayendo año a año. El no renovar maquinaria teniendo en cuenta que la tecnología textil avanza mucho cada año, es un problema. Todo se vuelve obsoleto en 10 años. Y eso es lo que está pasando. Cuando la tecnología es obsoleta, los salarios son más altos y no le conviene a la empresa, porque no puede competir. O se va la firma a otra provincia, o cierra”.

Pontet, valoró que se haya inscripto en el RENPI al Parque Industrial, aunque evalúa que hoy las necesidades pasan por otro lado. “Se logró el registro. Pero hoy en día el parque en infraestructura digamos que está sobrado. Lo que falta son inversiones reales para desarrollar industrias. En Trelew también se podría por ejemplo instalar una empresa de fabricación de aluminio como fabricación de perfiles, o yantas de aluminio, pero tampoco se hizo nada”.

Esquel: turismo en caída

La actividad turística en Esquel se ha resentido mucho en el último tiempo. Varios factores naturales y de índole climático han incidido en ello. Más allá, fue el volcán y más acá la floración de la caña coihue, que trajo la ratada. Hoy las ratas ya no están, pero al tener la caña totalmente seca, habrá menor forraje para los productores y mayor peligro de incendios.

“Desde hace un tiempo venimos de malas temporadas turísticas. Primero fueron las explosiones de los volcanes. El turismo tuvo una fuerte caída. Después tuvimos la floración de la caña coihue, que precipitó aún más la caída. Al depender tanto de la obra pública, para nosotros este proceso inflacionario ha hecho que esta veda invernal se prolongue demasiado”. Así describe el panorama Luis María Aguirre, presidente de la Cámara de Comercio de Esquel. Y agrega: “Tenemos un aeropuerto donde la tarifa sigue siendo altísima para lo que es la localidad. Sigue siendo aún más barato el aeropuerto de Bariloche que el de Esquel. No puede ser que a 300 kilómetros tengamos una tarifa competitiva, atractiva y 300 kilómetros al sur tenemos otra tarifa mucho más alta que no es atractiva”.

Las complicaciones también están en la industria. “En el sector forestal, la mayor empresa de nuestra región que es la empresa de la familia Pérez hoy está atravesando una situación complicada porque ellos necesitan una panorama a futuro de corte importante. Y hoy no lo tienen. Necesitamos que esta empresa tenga corte proyectado mínimamente a 5 o 10 años por las 50 familias que dependen de esa industria”.

En los frigoríficos, la realidad no es muy distinta: “Uno se dedicó a hacer la zafra de la liebre, sin cierta certidumbre si va a seguir o va a cerrar. Y después el otro que se ha animado a hacer inversiones fuertes para entrar en la cuota Hilton, pero el proceso inflacionario ha hecho que todas las obras pendientes hayan encarecido sus costos, por lo que hoy corre el riesgo su continuidad”, señala Aguirre.

Un desarrollo diferente

Para “Willie” Paats, se han perdido muchas oportunidades. “Chubut es una provincia que tiene petróleo, pesca, pórfidos, turismo. A eso se le suma que en su momento Trelew tenía un importante Parque Industrial. No hemos sabido defender ese parque”.

“El petróleo en otros lados del mundo genera mucho bienestar. Evidentemente nosotros no lo hemos sabido combinar. Y en una provincia que tienen tantos recursos, todavía no hemos definido si en la Meseta vamos a generar minería o no. Deberíamos tener en Madryn y en Trelew mucha industria que utilice como materia prima el aluminio, y sin embargo no la tenemos. Nosotros deberíamos tener un desarrollo diferente, sin depender tanto de Nación”.

Las anteriores, son sólo algunas de las problemáticas (las medulares) que aún están por definirse y que marcarán el rumbo de desarrollo que se puede llegar a tomar para la provincia.