El oficialismo cree que el Presupuesto 2018 no solamente será aprobado por la próxima composición del Congreso y no la actual, sino el año que viene y no éste. Eso significa que el Estado podría funcionar con el Presupuesto 2017 por lo menos hasta marzo.

Las sesiones ordinarias del Congreso terminan dentro de 60 días y en el medio están la elección legislativa y un denso paquete de leyes económicas, que incluye el Presupuesto.
El oficialismo quiere que se apruebe todo junto.

Por eso Cambiemos empezó a preparar un escenario de sesiones extraordinarias que dispondría el presidente Mauricio Macri hasta los últimos días de este año, aunque no se descarta que el trabajo legislativo siga en febrero de 2018.

Ese panorama manejan en el oficialismo, según pudo averiguar Los Andes del encuentro que encabezó ayer en la Casa Rosada el jefe de Gabinete, Marcos Peña, con funcionarios y los líderes parlamentarios de Cambiemos.

De la reunión participaron, además de Peña, el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; su viceministro, Sebastián García de Luca; y la secretaria de Relaciones Parlamentaria, Paula Bertol.

Por el Congreso estuvieron el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; y los diputados Nicolás Massot y Silvia Lospennato (Pro), el radical Mario Negri y Fernando Sánchez (Coalición Cívica).

Los legisladores llevaron el estado de situación de cada proyecto, entre los que figuran Primer Empleo, Mercado de Capitales y Compre Argentino. Todos, estancados.

A esa lista de leyes pedidas y demoradas se le agrega el Presupuesto 2018, que ingresó hace 10 días a Diputados pero no tiene fecha de aprobación: Cambiemos no descarta que el Gobierno funcione con el Presupuesto 2017 si no se llegara a aprobarlo, dijo uno de los participantes de la reunión.

El artículo 27 de la ley de Administración Financiera dice que “si al inicio del ejercicio financiero no se encontrare aprobado el Presupuesto General, regirá el que estuvo en vigencia el año anterior”.

La última vez que el Gobierno nacional funcionó con el presupuesto del año anterior fue en 2011, cuando la oposición se rehusó a aprobarle a  Cristina Kirchner el cálculo de gastos e ingresos.

No es “vida o muerte”

“Nosotros no vamos a forzar la aprobación del Presupuesto. Porque el actual es bueno y sabemos hacia dónde vamos. No es algo de vida o muerte”, dijo un participante del encuentro en la Casa Rosada.

No es que este año el proyecto de Presupuesto sea particularmente complejo, sino que está atado a la prórroga del impuesto al Cheque, de reforma de la ley de Responsabilidad Fiscal con las provincias y de revalúo fiscal, a lo que se suma el planteo judicial de restitución del Fondo del Conurbano Bonaerense.

Esta demanda puso en alerta a los gobernadores porque si la Corte Suprema dicta un fallo favorable a María Eugenia Vidal se generaría un perjuicio grave para las finanzas de los otros 23 distritos.

A todo esta compleja agenda económica se le agrega el hecho de que el Ejecutivo enviará después de las elecciones la reforma impositiva, que puede estar plasmada en una o varias leyes.

“Es complicado acordar un presupuesto si no sabemos qué impuestos se van a cobrar. Por lo pronto, la semana del martes 26 de diciembre seguramente vamos a estar trabajando”, estimó el oficialista consultado por este diario..

En Cambiemos descuentan que Macri convocará por decreto a sesiones extraordinarias, como lo hizo el año pasado para tratar dos asuntos: la reforma de la ley del impuesto a las Ganancias y la emergencia económica. 
DyN