Los incendios de vuelta asola el norte de California . Después de un verano mucho más tranquilo que el de 2016, que el gobernador Jerry Brown describió como un barril de pólvora, la región de Napa está en llamas. Varios brotes surgieron durante el fin de semana y el lunes se registraron al menos 10 muertes, según la agencia AFP. Hay varios heridos en los condados de Napa y Sonoma, la zona vinícola al norte de la bahía de San Francisco.

Las llamas ya destruyeron más de 1.500 casas, y más de 30.000 personas están desamparadas, según datos oficiales del condado de Marín. Más de 100 heridos recibieron asistencia médica, ya sea por quemaduras o por inhalación de humo. Los bomberos luchan contra el calor, habitual en esta época de veranico, y el viento.

El gobernador Brown declaró el estado de emergencia en Napa, Sonoma y en el condado de Yuba, a fin de acelerar la ayuda y conseguir el envío de más asistencia a la región. Según el comunicado oficial de su gabinete, "es un incendio serio en el que estamos trabajando". También pidió oficialmente al presidente Donald Trump que declarara el fuego como "gran desastre", lo que permitiría la movilización de recursos federales.

El domingo por la noche, el olor de la ceniza comenzó a flotar sobre San Francisco . El lunes, la recomendación a los residentes era no abrir las ventanas, no llevar animales y niños para pasear y, en el caso de asmáticos, no poner los pies en la calle. La recomendación vale para toda la región de la bahía de San Francisco.

Oficialmente, hay 14 focos de incendio activos. Ken Pimlott, jefe de los bomberos locales, no escondía su desesperación: "Estamos sobrecargados". En la localidad de Santa Rosa, más de 140 kilómetros cuadrados ya ardieron, en un foco que comenzó en Calistoga y atravesó los cañones de la zona oeste.

Los enófilos y vinicultores de la región ya están entre los más afectados. Varios hoteles, como el Fountaingrove Inn y el Hilton de Sonoma, fueron incendiados, así como el Willi's, un bar muy conocido.

Si las llamas no se contienen antes del anochecer, la expectativa es que más habitantes de la región -que tienen un total de 175.000 habitantes- sean retirados de sus casas este martes, para que sus vidas no se pongan en riesgo. Gran parte de la región se encuentra sin luz eléctrica, y las clases se suspendieron.

EFE