“En un eventual gobierno, haremos acuerdos con otros partidos, pero serán políticos y programáticos, no comerciales”, aseguró.

Desde la trágica muerte del candidato socialista Eduardo Campos, su "heredera" política, Marina Silva, se transformó en la nueva cara de la política brasileña. Con un discurso a medida para los indignados y desencantados del gobernante Partido de los Trabajadores, la ex ministra de medio ambiente de Lula Da Silva, pasó a complicarle el terreno a la presidenta Dilma Rousseff, quien hasta la muerte de Campos tenía la reelección casi en un puño.

Uno de los encargados de planificar ese discurso a medida es un sociólogo argentino, experto en encuestas y con larga trayectoria en las estrategias electorales. Su nombre es Diego Brandy y en esta entrevista con Cronista.com explicó algunos aspectos de una campaña brasileña que promete, a priori, un final abierto en primera vuelta.

Cauto pero dispuesto a contestar las preguntas de los periodistas, Brandy desestima que el estrepitoso ascenso de Silva en las encuestas sea una sorpresa o un "efecto espuma" tras la muerte de Campos como señaló la prensa de su país: "No hubo ningún salto. Lo que pasa que las principales encuestadoras como Ibope o Datafolha están aliadas al gobierno. Nunca hacían los estudios en base a la fórmula de Eduardo con Marina, sino de Eduardo solo. Y la realidad es que él no era tan conocido a nivel nacional como Marina, que en la elección de 2010 hizo una muy buena campaña, obteniendo el 20% de los votos. En cambio, cuando las encuestadoras sumaban a Silva, Campos quedaba por encima de Aécio Neves". En este sentido, Brandy habla sobre las herramientas que en el comando del PSB tienen a disposición para hacerle frente al PT y al PSDB: "Luchamos con arco y flecha. La realidad es que tenemos armas limitadas. No poseemos ni los recursos ni la estructura. Pero comunicamos ideas firmes".

Esas ideas firmes a las que se refiere Brandy tienen que ver con la estrategia de comunicación de campaña de la que está a cargo. En este sentido, para el sociólogo, Marina supo enviar un mensaje de identificación con el electorado pero diferencia a la candidata del ex presidente Lula Da Silva, quien también tiene orígenes humildes y ha debido superar trabas al inicio de su carrera: "Nosotros no usamos la historia de vida de Marina en la campaña. El electorado sabe de sus comienzos y ese ya es un mensaje de superación." 

Consultado sobre los pasos a seguir a un mes de que se defina la contienda electoral y un posible plan de Gobierno por parte de la "ecocandidata",  Brandy no revela demasiado. Es que en tiempos de campaña electoral hay que ser estratega, como en un partido de ajedrez: "Nos presentamos como la nueva cara de la política brasileña, dejando en claro que nosotros no vamos a echar por tierra los logros conseguidos por el PT o el PSDB. Pero vamos a trabajar por lo que hace falta. En Brasil se siente que hay un fin de ciclo y que la gente busca una renovación. Por lo pronto, los dos partidos más grandes nos tiran a matar pero no vamos a responder a los ataques".

En tanto, una de las grandes dudas sobre la línea política de Marina se refiere a la necesidad de alianzas. En estos días surgió la posibilidad de que Aécio Neves, candidato del PSDB y hasta el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, le brindaran su apoyo a la ex ministra de medio ambiente de Lula. Al respecto, Brandy dice firme: “La gente rechaza el presidencialismo de coalición, el sistema llamado “troca troca”. En un eventual gobierno, haremos acuerdos con otros partidos, pero serán políticos y programáticos, no comerciales”.

Tras su paso fugaz por Buenos Aires, Brandy retorna a Brasil para alistar los últimos días de campaña. Consultado por una segunda vuelta, se muestra confiado y usa una frase de su candidata: "Nosotros no tenemos la verdad, la verdad está entre nosotros".

Menem, Duhalde y Marina Silva

Diego Brandy tiene 50 años y supo ser conocido por la prensa brasileña como el "gurú" del fallecido Eduardo Campos, con quien forjó una fuerte amistad y lo acompañó en su exitosa campaña hacia la gobernación de Pernambuco. Vive en el país vecino desde 2002, pero viaja constantemente, ya que su familia reside en la Argentina. Aquí también sumó mucho experiencia tras asesorar a José Manuel de la Sota en su primera postulación a la gobernación de Córdoba y fue encuestador de Julio Aurelio. Trabajó en las campañas presidenciales de Carlos Menem y Eduardo Duhalde, en 1999. Es director de Cipec, el centro de investigación y comunicación que dirige en Recife, estado de Pernambuco. Posee un destacada carrera en la Universidad Tres de Febrero (UNTREF).por María José Giovo