Mauricio Macri se acumulan después de las elecciones parlamentarias de este domingo un enorme poder en Argentina . Casi total. Su coalición, Cambiemos (Mudemos, en portugués), se convirtió en el centro del poder en el país con una victoria por encima de las expectativas, sustituyendo así el peronismo como eje central de la política argentina. Las victorias en cinco grandes distritos colocan a Macri en una posición de poder inédita desde 1985, la última vez que un no peronista, Raúl Alfonsín, logró arrasar en unas elecciones legislativas de medio mandato.

El presidente de la leyenda ganó incluyendo la provincia de Buenos Aires, donde el ex presidente Cristina Fernández de Kirchnerse presentaba como candidata al Senado. Su derrota puede marcar el inicio del fin de su exitosa carrera política.

La fiesta en el búnker Macrista, en Buenos Aires, comenzó ya en los primeros minutos del recuento de votos. El silencio imperaba en el lugar donde se concentraban los kirchneristas, que esperaban un giro de última hora.

Nada parece parar la ola a favor de Macri que se formó en los últimos meses en Argentina. Ni la crisis económica, que aún golpea a los sectores más vulnerables de la sociedad, que sigue sufriendo la peor inflación de América Latina después de Venezuela, ni el descubrimiento del cadáver de Santiago Maldonado, el último desaparecido argentino. La población, especialmente la clase media urbana, parece decidida a dar una oportunidad a Macri después de 13 años de kirchnerismo.

El presidente comenzó su mandato en 2015 con una victoria de menos de tres puntos porcentualesy una clara minoría en el Parlamento. Pero poco a poco, con errores y altos y bajos, además de un 2016 con pésimos datos económicos y aumento de la pobreza, fue imponiendo su agenda de cambio. Este apoyo de las clases medias urbanas y también de una parte de las clases bajas, antes del corazón del voto peronista, hizo que Macri ganara en Córdoba, Santa Fe, Menzaza, la provincia de Buenos Aires y en la capital, su feudo natural. Pero aún más sorprendentes son las victorias en lugares como Salta, donde gobierna una de las promesas de renovación del peronismo, Juan Manuel Urtubey. También en Chaco y La Rioja, donde se presentaba el histórico cacique local y ex presidente Carlos Menem. El Kirchnersmo resiste en algunas provincias empobrecidas, con la excepción de San Luis, donde los históricos caciques locales, los Rodríguez Saá, lograron ganar contra el pronóstico.

Cristina Kirchner, gran protagonista de la campaña con su decisión de volver a dar entrevistas , parecía derrotado después de las últimas encuestas de opinión. Pero en la carrera aparecido el caso de Santiago Maldonado , que se trasladó al país. El descubrimiento del cadáver de este joven de 28 años, que desapareció durante una operación policial que reprimía los mapuches, en la Patagonia, desarmó todas las provisiones e hizo que el kirchnerismo soñara con revertir la tendencia anunciada por las investigaciones. Pero aunque Cristina ganó en Buenos Aires, el éxito de Macri en el resto del país fue tan grande que su dominio en la política argentina será casi total en los próximos meses, a menos que cometa algún error o haya alguna situación económica inesperada que complique a su Gobierno .

La jornada del  domingo pasado comenzó con sol en casi todo el país, haciendo que la votación fuera más tranquila que lo esperado en un día clave para ver si Argentina consolidaba el giro iniciado en 2015 o si la ex presidenta se reafirma como gran líder de la oposición y se preparaba para sacar Macri del poder. Incluso en Río Negro, la provincia donde Maldonado murió y donde en los días anteriores hubo mucha tensión, la votación fue tranquila. Sin embargo, la conmoción no desapareció. Muchos argentinos fueron a votar vestidos de negro como forma de luto y protesta por la muerte de Maldonado durante la operación policial.