El conjunto de Ernesto Valverde, que sumó 25 puntos de los 27 posibles en el arranque de la temporada, tiene algunas ausencias importantes: Javier Mascherano, quien no viajó a Bilbao por una gripe, y Andrés Iniesta, quien padece una sobrecarga muscular en el muslo izquierdo.

Sin embargo, en cancha tiene al mejor del mundo. Lionel Messi (lleva 11 tantos en 9 fechas) envió su primer aviso a los seis minutos, cuando controló la pelota de frente al área y sacó el remate que Kepa, bien ubicado, controló sin mayor dificultad.

En la otra área, el local estuvo cerca también del gol, con un centro desde la derecha para el cabezazo de Aduriz a los 17 minutos, que detuvo Ter Stegen en dos tiempos. Un minuto después, el arquero alemán volvió a agigantarse cuando los centrales soltaron a Aduriz y Ter Stegen salvó con su mano izquierda al Barcelona.

Messi respondió a los 21 minutos. En una jugada de papi fútbol, con combinaciones exactas en escasos metros con Paulinho y Suárez, la definición le quedó al argentino, que eludió al arquero y sacó el remate que dio en el palo y salió.

Después de ese sacudón, Barcelona merecía el gol y lo fue a buscar con fútbol. Messi se apoyó en Paulinho y el brasileño ubicó a Jordi Alba en la izquierda. El lateral, entonces, desbordó y jugó el centro atrás para La Pulga, quien de zurda anotó el 1-0.

En el segundo tiempo, Barcelona no se pareció a aquel que ganaba 1-0 en la primera parte. Perdió la pelota y Athletic lo amenazó en varias oportunidades.