"Para la Unión Europea, nada cambia”. La primera reacción que llega de Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no deja lugar a dudas. La declaración de independencia unilateral aprobada hoy por el Parlament del Cataluña no altera la situación: la UE respalda el orden constitucional español. Y da la espalda a las autoridades catalanas. “España sigue siendo nuestro único interlocutor”.

No obstante, ante la escalada de la situación, Tusk también ha pedido al Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy prudencia en su respuesta. “Espero que el Gobierno español favorezca la fuerza de los argumentos, no el argumento de la fuerza”, ha declarado en un mensaje.
"Nadie en la Unión Europea va a reconocer esa declaración. Más que nunca es necesario reestablecer la legalidad como base para el diálogo", ha señalado el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani en una declaración institucional.

Europa no reconoce la DUI
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha mostrado su apoyo al Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy. La cuestión catalana "es un proceso en el Estado español y respeto todas las decisiones que tome el Gobierno" español, ha indicado a Efe en la Guayana Francesa.
Allí se encuentra también el presidente galo, Emmanuel Macron, quien ha vuelto a insistir en que su único interlocutor en España es Mariano Rajoy, informa Efe. Alemania ha rechazado explícitamente la declaración de independencia. El portavoz del Gobierno germano, Steffen Seibert, ha mostrado el apoyo de Berlín al orden constitucional español, al Ejecutivo de Mariano Rajoy y a la integridad territorial española.

“Un día triste”. Así define el líder de los socialistas, Gianni Pittella, la jornada de hoy, en la que ha querido mostrar su solidaridad con “todos los españoles” y ha dicho que la “división” es perniciosa para Cataluña, España y la UE. La líder de Los Verdes, Ska Keller, también coincide en que es un “día triste para Europa” después de que hayer se perdiera la “verdadera oportunidad para la solución y el diálogo”. “Hoy ya solo queda desastre”, ha dicho, en un mensaje en que rechaza tanto la DUI como la aplicación del artículo 155.

La puerta de salida de la UE

De cara al 1-O, Juncker ya lo dejó claro. Si Cataluña se separa de España, saldría de la Unión Europea. Fuentes comunitarias han recordado tras la DUI que “los tratados europeos solo reconocen a España y su Gobierno como sus miembros”. Además, la legislación comunitaria “continúa aplicándose a España en su totalidad”. Una forma elegante de dejar claro que no se reconoce la independencia.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. (EFE)
Juncker también dejó claro en su momento que no se facilitaría un atajo para que la región pudiera volver, de manera inmediata, al club comunitario. Cataluña no recibiría ningún trato especial, sino que tendría que seguir el procedimiento de adhesión previsto para cualquier país que quiere entrar en la UE, un proceso que lleva años.
Una solución pacífica
La situación de Cataluña preocupa, y mucho, en la Unión Europea. Las fuentes comunitarias recalcan la importancia de que se evite “una mayor escalada” de la tensión de este proceso, que es “malo para los catalanes, España y toda Europa”.
El primer ministro belga, Charles Michel, quien ha mantenido la postura más ambigua respecto a Cataluña ha vuelto a desmarcarse de sus otros socios al hacer hincapié en la necesidad de “diálogo”. “Hacemos un llamamiento a una solución pacífica con respeto al orden nacional e internacional”, ha dicho.
Puigdemont responde
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha replicado al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que "los catalanes siempre favorecen a la fuerza de los argumentos". "Como usted sabe, los catalanes siempre favorecen a la fuerza de los argumentos #paz #democracia #diálogo', ha dicho este viernes en un tuit en inglés.