JUSTICIA
31 de octubre de 2017
Amado Boudou se presenta otra vez a Tribunales por Ciccone
Sobre él pesa la acusación del fiscal Colombo, quien señaló que el ex ministro de Economía quiso quedarse con la imprenta más grande del país.
Amado Boudou vuelve a Comodoro Py para enfrentar una nueva audiencia del juicio oral por la compra de la calcográfica Ciccone. Sobre él pesa la acusación del fiscal del tribunal Marcelo Colombo, quien señaló que el ex ministro de Economía quiso quedarse con la imprenta más grande del país y con capacidad para imprimir dinero, junto a su amigo José María Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele, a quien señalan como su testaferro.
Acusado de cohecho y negociaciones incompatibles por la compra de la imprenta Ciccone, el ex vicepresidente de Cristina Kirchner, enfrenta la tercera audiencia del juicio oral y público a cargo del TOF 4 -integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela Núñez Íñiguez.
El Tribunal desestimó en la anterior audiencia el planteo del abogado del ex vice, Eduardo Durañona, quien había pedido la nulidad del juicio y apuntó, aunque sin nombrarlo, a la supuesta responsabilidad del ex jefe de la AFIP Ricardo Echegaray en la maniobra. El letrado hizo referencia a la causa que investiga el rol de la AFIP en la reestructuración de la deuda de Ciccone.
El fiscal está decidido a demostrar a lo largo de las audiencias que la maniobra se realizó “ante la quiebra de Ciccone donde está el entramado de lo que fue este arreglo que en definitiva que implicó el traspaso del 70 por ciento de las acciones a The Old Fund, que estaba comandada visiblemente por Vandenbroele". Así, la hipótesis que la fiscalía busca probar en este juicio es que "detrás de él estaban Núñez Carmona y Boudou”.
Entre los imputados también están Nicolás Ciccone, y César Guido Forcieri (ex integrante del ministerio de Economía): todos ellos fueron parte de la operación que permitió que la ex Ciccone, única empresa con capacidad para imprimir billetes, quedara en manos del entorno del ex vice.
En la etapa de instrucción, comandada por el juez Ariel LIjo, la Justicia determinó que Boudou junto a Núñez Carmona “habrían adquirido la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, a través de The Old Fund y de Vandenbroele”. Esta firma -accionista mayoritaria de la imprenta- se usó para "facturar un negocio por la reestructuración de la deuda pública de Formosa".
El objetivo de la operación era “contratar con el Estado la impresión de billetes y documentación oficial”. No sólo imprimió las boletas electorales en 2011, sino que en abril del 2012, el Gobierno de Cristina contrató a Ciccone para imprimir 160 millones de billetes de cien pesos, por un costo de 140 millones de pesos.
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