En su mayoría derrotados en las urnas por el oficialismo hace diez días, los gobernadores de la oposición saben que el contexto político desaconseja un enfrentamiento con Mauricio Macri. Tienen más claro todavía que un recorte de recursos puede dificultar el tiempo de gestión que les queda.

En procura de un equilibrio entre esas dos realidades, los mandatarios se mostraron ayer abiertos al diálogo con la Casa Rosada y, al mismo tiempo, muy cautos respecto de los anuncios que hizo el Presidente en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

Después del discurso de Macri circularon sólo declaraciones de compromiso. Los gobernadores celebraron la apertura del diálogo y suscribieron los lineamientos generales trazados por el Presidente. Pero tomaron distancia respecto de las reformas. No hubo críticas, pero sí pedidos de mayores precisiones. Hasta que el gobierno nacional no muestre sus cartas tampoco lo harán las provincias.

"Fue una exposición a grandes líneas de objetivos que busca alcanzar el gobierno nacional. Lo analizaremos cuando lleguen las propuestas concretas, pero defendiendo el federalismo y el crecimiento sin ajustes", advirtió el gobernador de Chaco, Domingo Peppo.

En la misma dirección se manifestó Gustavo Bordet, de Entre Ríos. "En los principios generales estamos de acuerdo. Habrá que ver en particular cómo se da cada uno de los temas. No podemos estar en desacuerdo con aspectos que son básicos para que la Argentina pueda encaminarse en un rumbo decidido para tener la estabilidad necesaria", concedió.

La coincidencia en las declaraciones no es casualidad. Antes del encuentro en el CCK , los gobernadores del PJ se reunieron en la Casa de Tucumán. El jueves pasado, lo habían hecho en el Consejo Federal de Inversiones. En esa cumbre se acordó que los equipos técnicos de las provincias elaborarán un documento que presentarán a la Casa Rosada antes del inicio de las negociaciones Nación-provincias, previsto para el jueves de la semana que viene.

Junto con Juan Schiaretti (Córdoba) y Sergio Uñac (San Juan), Bordet es uno de los tres mandatarios del PJ invitados por Macri al viaje que hará la semana que viene a Estados Unidos. Los gobernadores esperan tener más novedades de la reforma que impulsa la Casa Rosada. Ya sea hoy, en la conferencia de prensa que dará el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , o en alguna conversación informal en Nueva York.

De los tres ejes que abordó Macri, el que más preocupa a los gobernadores es el referido a reformas tributarias y fiscales . La Casa Rosada pretende que las provincias eliminen o reduzcan el impuesto a los ingresos brutos a las actividades primarias y la industria. Esa medida, al igual que la eliminación del impuesto a los sellos, está prevista en el pacto federal, una ley sancionada en 1993, cuya aplicación está suspendida hasta diciembre de este año.

La mayoría de las provincias ven con malos ojos una reducción brusca de ese tributo si no existe una compensación de la pérdida de recursos. Ese impuesto explica en algunos casos el 75% de los ingresos autónomos de los distritos. Es por eso que los gobernadores pretenden que esa modificación se discuta junto con otras en las que podrían salir beneficiados, como un nuevo reparto del impuesto al cheque y una nueva distribución de los fondos coparticipables entre la Nación y las provincias. El Fondo del Conurbano es parte del paquete.

La discusión disparará también una confrontación de posturas. El gobierno nacional cree que no toda pérdida de ingresos debe ser compensada. "Para dinamizar la economía, la clave es que el Estado pueda funcionar con menos recursos", dijo una de las autoridades de Cambiemos en la Cámara de Diputados. Los gobernadores cuentan con una única fortaleza: el oficialismo necesita votos peronistas para aprobar las reformas en el Congreso.

Con información de agencias:Télam y DyN