A ese encuentro en la quinta presidencial de Olivos le seguirán reuniones de los ministros, Jorge Triaca, con la cúpula de la CGT, y de Justicia, Germán Garavano, con la Corte Suprema y el Ministerio Público Fiscal.

Tal como lo anticipó ayer Macri, habrá una extensa lista de exigencias que el Gobierno intentará consensuar con los sindicalistas, jueces y gobernadores, con el denominador común (casi una obsesión) de la austeridad.

Uno de los temas que más desvela al sector productivo y a los consumidores comenzará a tener claridad esta tarde cuando a las 16 el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presente la reforma tributaria y la modificación a la Ley de Responsabilidad Fiscal.

El Gobierno celebra que Córdoba, Buenos Aires y la Capital Federal hayan avanzado en una rebaja de los Ingresos Brutos, pero quiere celeridad en el resto de las jurisdicciones para que diminuya la presión tributaria.

En esa línea habrá también un tirón de orejas para los intendentes por la multiplicación de tasas locales que vienen aplicando sobre consumidores y actividad productiva, restándole competitividad a la economía ya en origen.

Aunque la fecha no está confirmada, luego será el turno de los ministros de Modernización, Andrés Ibarra, y Producción, Francisco Cabrera, quienes expondrán el programa para “desburocratizar” el Estado.

“Estamos armando la agenda de trabajo. La haremos conocer en los próximos días”, respondieron en Producción. Ibarra y Cabrera se ocuparán de iniciativas que serán ejecutadas por la Casa Rosada y otras que irán al Congreso.

Macri pretende un Estado moderno, fuerte, ágil, abierto y transparente, pero sobre todo más chico que el actual. Por ello, se impulsará una estricta política de control sobre el presentismo. En la Casa Rosada hablan de “dotaciones óptimas” para cada área.

Eso podría terminar en una reducción del andamiaje estatal. Está en agenda la eliminación de subsecretarías, dependencias públicas y organismos que el Gobierno considera irrelevantes para el futuro.  

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, se comunicó ayer con los presidentes del Senado, Gabriela Michetti, y de Diputados, Emilio Monzó, y con el jefe de la bancada oficialista, Nicolás Massot, para empezar a organizar la agenda legislativa.

El funcionario confirmó que hay temas como la cuestión fiscal que la Rosada quiere aprobada antes de fin de año.

Eufórico por el plan de “reformismo permanente” anunciado por Macri, Peña dio una conferencia de prensa en el Centro Cultural Kirchner. Allí confirmó que Macri esperará el lunes 9 junto a Dujovne a los gobernadores en la residencia de Olivos.

En esa reunión de trabajo se avanzará sobre lo fiscal, tributario y también el Presupuesto 2018, dado que el Gobierno necesita del apoyo de los jefes provinciales para que su proyecto de “ley de leyes” sufra los menores cambios posibles en el Congreso.

Si bien viene hablando de manera fluida con los tres líderes de la CGT Héctor Dáer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, Triaca podría reunirse la semana que viene para hablar de la tan temida reforma laboral.

Los acuerdos sectoriales vienen avanzando y las leyes laborales no corren peligro en lo inmediato, pero el Gobierno pretende una reorganización sindical y transparencia en las obras sociales. 

Ante la consulta, Daer le bajó el tono a las críticas de Macri por la “cantidad de sindicatos y obras sociales” y apuntó que si bien todos los sectores están abiertos a dialogar, “después hay que leer la letra chica” de lo que propone el Ejecutivo.

La CGT también será parte de un debate posterior. A mediados de este mes el oficialismo convocará a la Comisión Bicameral de Asuntos Previsionales prevista en la Ley de Reparación Histórica.

Las fuerzas políticas, representantes de jubilados, trabajadores, empresarios, académicos, expertos tendrán que elaborar una propuesta para que el Congreso lo trate antes de diciembre de 2019.

Ante un ministerio de Ciencia y Tecnología que estuvo tomado gran parte del año por los ajustes de personal y el recorte de becas, Lino Barañao será el encargado de alcanzar los “consensos básicos” para desarrollar el área. Incluso, dejó entrever Peña, no se descarta que en 2018 se avance en un “pacto federal” por el desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación productiva, junto a los gobernadores y las Universidades nacionales.