Lo ratificó la secretaria de Obras Públicas de la Municipalidad, Beatriz Blanco, al indicar que con las obras que se realizarán en 66 calles del microcentro,  que se encuentran dentro del casco histórico, los colectivos ya no podrán entrar.

Esto sucederá por lo menos sobre calle Deán Funes o su continuación, Córdoba, en donde la Iglesia San Francisco ya ha tenido consecuencias por las vibraciones que causa el paso de los colectivos, o incluso en las calles sobre las que se ubica el Mercado San Miguel, o sea, Ituzaingó.

“La gente no va a tener que caminar más que cuatro cuadras”, dijo la funcionaria al indicar que de todos modos “remises y taxis” sí podrán ingresar por estas calles.

Respecto de las menciones que habían hecho en su momento los titulares de SAETA y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) sobre la imposibilidad del paso de colectivos, Blanco aseguró que esos fueron “movimientos políticos”, dado que el plan que hoy se empezó a ejecutar en calles Juramento y Caseros había sido consensuado con antelación.

Las manifestaciones de Blanco se hicieron en el marco del inicio de una campaña de concientización que desde la Municipalidad busca que los conductores de vehículos respeten la cartelería que señaliza en cuáles horarios y dónde pueden detenerse en las calles del microcentro.

Esto con el objetivo de que estas arterias tengan una mayor posibilidad de circulación de los peatones, y de inclusión de quienes quieren recorrer la ciudad.