Los Kirchner jamás pusieron dinero propio para un negocio pero ellos pretenden que todos aporten dinero para satisfacer sus caprichos. Las empresas multinacionales administran el dinero de sus accionistas, no de sus ejecutivos. Cada filial responde por sí misma acerca de la rentabilidad o el quebranto. Y cuando no hay negocio, los ejecutivos son despedidos por los accionistas. ¿Todavía no lo entendió el mundo K? ¿No le satisface la explicación al mundo K? Bueno... peor para ellos aunque el problema es que esa estupidez K se llevará puesta a la sociedad argentina, tal como parece. Hay novedades con la industria automotriz. Deberá recordarse que el 07/07, un par de meses atrás, el jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich; y la ministra de Industria, Débora Giorgi, recibieron en la Casa de Gobierno al presidente de General Motors, Dan Ammann, quien anunció una inversión de US$270 millones para producir motores de última generación en el país. Bueno, lo pasado, pisado, ante el incumplimiento K.

La foto fue tomada el 15/11/2011, en Las Parejas, Santa Fe: Cristina Fernández de Kirchner, junto al por entonces gobernador Hermes Binner, y al por entonces titular de la empresa General Motors, Sergio Rocha, durante la entrega de la unidad 20.000 del Chevrolet Agile. Todo cambió Presidenta. Su incompetencia cambió todo. (Foto NA)
Hoy comenzarán las reuniones por empresa en el Ministerio de Industria que gestiona la economista de dudosos conocimientos, Débora Giorgi, para empezar a discutir las nuevas condiciones del plan oficial, que se extenderá hasta fin de año. 
 
El Ejecutivo Nacional planteó que será optativo, pero las terminales buscarán continuar para dar una señal en medio de la negociación por los dólares. 
 
De todos modos, pelearán por un ajuste de precios de entre 10% y 12%. 
 
Augusto Costa, secretario de Comercio y un ex tenista semiprofesional que tiene más poder que Giorgi, ya dejó trascender que no autorizarían más de 5% de aumento. 
 
Hoy será el turno de las francesas Peugeot-Citröen y Renault, y la japonesa Honda. El resto asistirá la semana próxima
 
Pero hay 2 noticias que condicionan todo.
 
> En diálogo con la agencia DyN, la titular de GM (General Motors) en la Argentina, Isela Constantini, aseguró que el Procreauto “es un buen plan”, pero que a las empresas “le resultaría imposible brindar el financiamiento que les presta el Banco Nación”, con tasas de entre 17% y 19% en 60 cuotas.
 
> Luego, hay algo más sobre GM: la filial brasileña de la multinacional estadounidense (que recibió financiación de la ANSeS años atrás para producir un modelo en el país, el Agile), anunció que suspenderá las exportaciones de autos a la Argentina por la falta de divisas. La deuda con las casas matrices, aseguran en el sector, supera los US$ 2.500 millones. 
 
La situación no es ajena al resto de las terminales que ingresan vehículos desde el vecino país y que, aunque aún no tomaron esa medida, redujeron fuertemente las compras a ese mercado. 
 
La decisión fue anunciada por el presidente de GM para América del Sur, Jaime Ardila, en una entrevista concedida al diario brasileño Valor. 
 
El directivo estimó que los problemas de acceso a las divisas son temporarios y que “se normalizarán cuando el problema con los holdouts esté solucionado”. (Tal como parece, eso no ocurrirá hasta 2016. Ojo con esto).
 
Deberá recordarse que el 07/07, un par de meses atrás, el jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich; y la ministra de Industria, Débora Giorgi, recibieron en la Casa de Gobierno al presidente de General Motors, Dan Ammann, quien anunció una inversión de US$270 millones para producir motores de última generación en el país. 
 
Pero ahora la prioridad de la empresa en la Argentina será utilizar los dólares que dispone para el pago de las autopartes requeridas para la producción de los modelos Corsa Classic y Agile, que se fabrican en la planta de Rosario. 
 
Ardila admitió que hace 1 mes que la industria automotriz no consigue dólares para hacer frente a sus obligaciones. 
 
La filial brasileña de GM consideró que se llegó a un límite, por lo que no retomará las ventas de autos hasta que GM Argentina pueda pagarle. 
 
Con la medida adoptada por la automotriz estadounidense, podría verse afectado en el corto plazo –si no se resuelve el problema de los dólares antes– el abastecimiento de 3 modelos que GM compra a Brasil: el Onix, el Prisma y la pick up S-10. 
 
O sea que el único problema de Cristina no es Fiat ni se trata de Cristiano Rattazzi. ¿Qué es lo que no entiende la Presidenta de la Nación hasta dentro de unos 440 días?
 
En la prensa K, Alejandro Bercovich escribió para el Diario BAE (Grupo Olmos):
 
"Cristina Kirchner se siente traicionada. El sector que le dio más satisfacciones estadísticas y le ofreció las mejores photo opportunities desde que llegó a la Casa Rosada se le volvió en contra de repente, ante el primer año de retracción fuerte de sus ventas. Quizá eso explique la virulencia con la que el lunes reprendió como si fueran escolares traviesos a los jefes de las once automotrices radicadas en el país, que mantienen latente a su vez una amenaza que ya concretó Renault: dejar de importar modelos que no se ensamblen acá hasta no recibir los dólares oficiales que reclaman, casi el doble de los que Thomas Griesa ordenó pagar a los fondos buitre. La explosión de la mandataria tuvo como combustible un detallado informe de Axel Kicillof, quien siempre criticó la “aspiradora de divisas” del complejo automotor. Pero la escasez que volvió a abrir la brecha cambiaria y empinó la demanda minorista de billetes verdes también terminó por tensar la relación con otro viejo aliado: la industria farmacéutica. E hizo volver los ojos del oficialismo hacia la mitad de la cosecha récord de soja, que permanece en silobolsas y que habría aportado u$s 10.000 millones a las reservas si se hubiese liquidado.
 
-Cuando vuelva de China, el presidente del Banco Central me va a tener que explicar cómo les entregó estas divisas a ustedes y por qué las distribuyó como lo hizo.
 
El comentario lo soltó al pasar la Presidenta en medio de su reproche de más de dos horas a los caciques del volante, pero tomó nota de él todo el establishment, pendiente como nunca de las internas de Palacio. Juan Carlos Fábrega estaba en vuelo de Basilea a Beijing, en plena fanea para apurar el swap con el gigante asiático que sumará mil millones de dólares a sus arcas menguantes. Con los números de Kicillof sobre el atril, Cristina acababa de negarles a las terminales los u$s 2.500 millones que reclaman para pagar a sus casas matrices los vehículos importados este año. “Ya les dimos 2.800 millones en el primer semestre, sin contar los que usaron para traer autopartes”, facturó.