POLITICA
18 de diciembre de 2017
CGT: va al paro con alcance limitado
Sin apoyo del transporte la CGT cumplirá hoy con su amenaza de concretar un paro nacional contra la reforma previsional que impulsa el Gobierno.
La CGT tiene previsto disponer hoy mismo un paro nacional a partir del mediodía y hasta la medianoche en protesta por el proyecto de ley de reforma previsional impulsado por el Gobierno aunque la medida tendrá un alcance limitado: los gremios del transporte público de pasajeros (trenes, colectivos y subte) aseguraron que los servicios funcionarán con relativa normalidad por la mañana mientras que por la tarde dependerá de lo resuelto en la jornada en una reunión de la cúpula de la central obrera, aunque la idea mayoritaria es facilitar la vuelta a las casas de los trabajadores. Será, en ese caso, una medida de fuerza primordialmente testimonial y orientada más a canalizar el malestar por la iniciativa del oficialismo que a detenerla en el Congreso.
La jefatura de la CGT, en tanto, no hará un llamado formal a movilizar a las puertas del parlamento con el argumento de que no entorpecerá el debate en la Cámara de Diputados. De todos modos, en varios sindicatos del transporte daban cuenta de una versión según la cual el propio Ejecutivo impulsaba la paralización de los servicios de trenes con el aparente propósito de debilitar el traslado de manifestantes. La movilización quedó así como una iniciativa de las dos CTA, organizaciones sociales como CTEP, CCC y Barrios de Pie, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Corriente Federal de la CGT, todas organizaciones que además ya tienen resuelto un cese de actividades desde el mediodía.
En ese contexto el paro, de ser confirmado por el Consejo Directivo de CGT a partir de las 12, tendrá visibilidad en algunos sectores puntuales como el aeronáutico, en el que seis sindicatos confirmaron su adhesión inmediata y las empresas ayer reprogramaron sus vuelos, el bancario, el transporte de cargas (Pablo Moyano llamó anoche a tomar participación de cualquier medida resuelta por la central obrera), la actividad docente y el empleo público. También en la industria metalúrgica, la de la alimentación y eventualmente la automotriz, donde el jefe del gremio, Ricardo Pignanelli, ratificó que se plegará a lo resuelto por la central.
El clima durante todo el fin de semana en el sindicalismo peronista estuvo enrarecido. Fue la previa del llamado a una huelga con características inéditas: hasta anoche ningún miembro del triunvirato de conducción conformado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña podía ratificar formalmente el llamado a la medida de fuerza y en varios espacios sindicales aclaraban que todo dependería de la reunión del Consejo Directivo convocada a las 9. Mientras la versión más extendida era que se llamaría a un paro entre el mediodía y la medianoche había dirigentes que sugerían extenderlo hasta las 12 del martes y otros que planteaban hacerlo mañana por 24 horas.
En el sector más tradicional de los "gordos" de los grandes gremios de servicios y entre los "independientes" en general asociados a los oficialismos analizaban el escenario con resignación y poco interés por la huelga bajo una premisa compartida por la mayoría: el Gobierno tiene las de ganar en la sesión de hoy y un paro sólo pondrá más distancia con la administración de Mauricio Macri.
De concretarse, y más allá de su contundencia, el de hoy será el segundo paro nacional contra el Gobierno luego del llevado a cabo por la CGT y con apoyo de las CTA en abril pasado. Desde entonces el vínculo entre el Ejecutivo y los gremios tradicionales se recompuso al punto que buena parte de ellos participó con funcionarios de la discusión por el proyecto de ley de reforma laboral, que quedó momentáneamente congelado por la oposición de sectores disidentes de la CGT y falta de interés del peronismo por facilitar su debate parlamentario.
Con información de Agencias:DyN-DPA-Télam
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