River tuvo esta noche un primer tiempo de rafiticación de virtudes y lucimiento, le ganó sin dificultades a Godoy Cruz 2-0 en el Monumental y se clasificó con autoridad para los octavos de final de la Copa Sudamericana.

El uruguayo Rodrigo Mora sigue dulce y fue el autor de los dos tantos en el primer período para el equipo de Marcelo Gallardo, que en la próxima instancia se medirá con Libertad de Paraguay, que despachó de esta competencia internacional al Barcelona de Guayaquil.

En el partido de ida los de Gallardo se habían impuesto por 1-0 en el Estadio Malvinas Argentinas, por una conquista sobre la hora que consiguió Germán Pezzella. 

El capítulo inicial fue muy bien jugado por River, que fue dominante en la actitud y en lo futbolístico. El local desplegó un juego dinámico, vistoso y eficaz y el gol tardó en llegar 27 minutos, pero para entonces los méritos ya eran evidentes. A los 5, hubo un centro de Leonel Vangioni que remató Mora, pero atajó Sebastián Moyano. A Mora ya se lo notaba incisivo desde temprano y en ese segmento del juego resultó clave.

A los 19, el uruguayo Carlos Sánchaz tiró curazado de derecha a izquierda y obligó a Moyano a otra destacada intervención para ceder un córner. Por su parte, Godoy Cruz, presionado por River, trató de cuidar la pelota, pero le costó complicar a sus adversarios en los metros decisivos.

Fue Moyano quien postergó la apertura del tanteador, pero, a los 27, Mora resolvió la situación tras un pase entre líneas de Vangioni y un pivoteo del colombiano Teófilo Gutiérrez.

Cinco minutos más tarde, hubo un tiro libre de Leonardo Pisculichi y, tras una serie de rebotes, el delantero oriental determinó el 2-0.

Así, en cinco minutos River concretó en la red lo que había insinuado en el juego.Godoy Cruz también había dispuesto de algunas réplicas interesantes, pero fue incapaz de concretarlas.

En la segunda etapa el elenco conducido por Carlos Mayor asumió mayores riesgos, pero el encuentro ya tenía una tendencia irreversible.

Es más, River hasta dispuso, en especial en el último cuarto de hora, de otras ocasiones como para alcanzar una diferencia todavía más elocuente.Fuente:El Clarín