Con la cantidad de despedidos que se encuentran dentro de convenio la empresa dice cumplir con mantener por debajo del 10% las desvinculaciones laborales para no ir a un Proceso Preventivo de Crisis (PPC), como se presentó en el Ingenio San Isidro. Y es que tiene 1.700 trabajadores dentro de convenio. 

Amura aseguró que “solo fueron 181” porque se logró que los trabajadores “acepten” el cuarto turno. De no haberse establecido esta modalidad de pago, sostuvo el empresario, “se tendrían que haber despedido otras 110 personas”.

En parte de los argumentos que presentó la empresa en el comunicado que tituló “Tabacal Agroindustria no cierra. Para mantener más de 1700 puestos de trabajo directos, encara una obligada reestructuración”, el ingenio apuntó a los reclamos salariales que hizo el Sindicato de Trabajadores del Azúcar (STA), pero en mucho también a las políticas fiscales establecidas desde el gobierno provincial y nacional, y que de alguna manera dejan en mejor posición a la década kirchnerista (si bien no la denominan como tal).

Respecto a los argumentos de la empresa en el comunicado, hubo “284 días perdidos por paros en los últimos 9 años”, además indicó que mientras en 2017 el salario promedio del sector privado en Salta era de $14.600, Tabacal tenía un salario promedio  de $31.600. “A raíz de esta situación, de los daños producidos, del exceso forzado en horas extra... en la última década la compañía sufrió pérdidas por más de 133 millones de dólares”, sostuvo. 

El ingenio destacó que “lideró la revolución de las energías verdes en la industria azucarera” con su destilería y deshidratadora de bioetanol en 2008. “En 2010 fue el primer productor del Programa Nacional de Biocombustibles, normativa que definió las condiciones de largo plazo de la actividad, las que ahora se ven drásticamente modificadas por el Ministerio de Energía de la Nación, a cargo de Juan José Aranguren,  en contradicción con las tendencias mundiales respecto de la sustitución de energías fósiles por renovables”.

En 2011 Tabacal inauguró la primera planta de generación de energía eléctrica con biomasa, conectada al Sistema Interconectado Nacional. “Originalmente la reducción de precio era más del 29%, que fue bajada luego a casi 14%.

Solamente con esta última caída del precio, Tabacal tiene un impacto negativo en sus resultados de 12,5 millones de dólares anuales”, indicó la empresa.

Uno de los puntos que generó mayor debate entre la empresa y los trabajadores fue la instauración del cuarto turno.

Entre los argumentos que la empresa alegaba en todas las largas negociaciones en épocas de conflicto (que no fue precisamente la de 2017), se escudaba bajo la afirmación de que con este sistema incorporaría mayor cantidad de trabajadores. 

“Se cae ese argumento porque pese a que impusieron el cuarto turno, echaron a 181 personas”, dijo a este medio el secretario general de STA, Martín Olivera. Con las desvinculaciones laborales, de hecho, se cumple con el vaticinio de los trabajadores que la imposición del cuarto turno no tenía que ver con la intención de crear más fuentes de trabajo. 

El STA indicó que por ahora se declaró el paro sin asistencia a los lugares de trabajo y es por tiempo indeterminado. 
Él Sindicato destacó las condiciones en las cuáles se dieron los despidos: en un año que no hubo paros por parte del gremio, pese a no acordar salarialmente.

Con la venia del Ministerio de Trabajo de la Nación para pagar un aumento sin acordar. Con una zafra que fue récord. Y un incremento salarial del 20%, que es el menor de los porcentajes que se otorgó en todos los ingenios de las provincias de Salta y Jujuy. 

Ayer, luego de la asamblea a la que asistieron cerca de 600 trabajadores, se decidió ir en ese mismo momento hasta la explanada del Ingenio del Tabacal, a unos cinco kilómetros, en caravana, como una forma de manifestar su rechazo a los despidos.

Anoche, en tanto, pese a las consultas que se hicieron al gobierno de la provincia, la respuesta por la situación fue el silencio.

Si bien apuntó a los trabajadores, Tabacal también lo hizo contra las políticas provinciales y nacionales. “Las situaciones que confluyen para llegar a esta decisión son de distinta naturaleza y de distinta data.

Las más recientes tienen que ver con las reformas previsional y fiscal llevadas a cabo por el Gobierno Nacional y por el Gobierno de Salta, que si bien para algunas empresas son beneficiosas, no es así en el caso de otras economías regionales o sectores en particular, como queda evidenciado con otras reestructuraciones y despidos que son de conocimiento público.

“En el caso de Tabacal Agroindustria, estas reformas, sumadas al aumento del precio del gas, la fuerte baja en el precio del bioetanol (Tabacal lideró en la última década las inversiones para la producción de este combustible renovable), el aumento del Impuesto sobre los Ingresos Brutos decidido por el fisco salteño, y los posibles cambios en las sumas no remunerativas, implican un aumento de costos anuales/pérdidas adicionales del orden de los 23 millones de dólares solo para 2018”.