POLITICA
24 de septiembre de 2014
Cómo es el "pequeño Nordelta" de zona sur en el que invierte Mariano Recalde
Se trata de "Nuevo Quilmes", un barrio privado con comodidades de primera categoría donde el titular de Aerolíneas compró un lote; el lugar no fue habilitado por la gestión de Daniel Scioli
Lo llaman "el pequeño Nordelta" de zona Sur. Es promocionado como "el primer barrio privado con vista a Puerto Madero". El country "Nuevo Quilmes" es el lugar que eligió el titular de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde para invertir en ladrillos. Según los vecinos, otros dirigentes kirchneristas se interesaron en el proyecto. El emprendimiento es resistido por los quilmeños que viven muros afuera, en calles de tierra. Aunque las construcciones están avanzadas, el lugar no fue habilitado por la provincia y los inversores no tienen las escrituras de sus propiedades.
Ubicado al costado de la autopista Buenos Aires-La Plata, a unos ocho minutos de Capital Federal, el barrio privado cuenta con comodidades de primera categoría. Una playa artificial, áreas náuticas, un club house y canchas de tenis y de fútbol, son algunas de sus amenities.Proyectada está, incluso, una nueva bajada de la ruta para facilitar el ingreso a los vecinos del condominio.
Recalde invirtió en el barrio cerrado de zona sur en abril de 2011, cuando comenzó su participación en la Asociación Civil Nuevo Quilmes SA. Según detalló en sus declaraciones juradas , tiene acciones por $ 747.356 en esa sociedad mientras que mantiene un crédito a su favor de $ 675.533 con el fideicomiso que construye en el interior del barrio.
Según pudo conocer LA NACION, aquellos interesados en el proyecto inmobiliario deben adquirir una participación en la sociedad que administra el lugar. El titular de la aerolínea de bandera está construyendo una casa frente a lago artificial, el espacio mejor cotizado del condominio.
EL EMPRENDIMIENTO PRIVADO
Una toma aérea hecha por ARBA. Foto: ARBA
El emprendimiento no está comandado por privados afines al kirchnerismo. Uno de los socios e ideólogos del proyecto, es el empresario Nicolás Caputo, amigo y consejero de Mauricio Macri. Las cien hectáreas sobre las que se erige Nuevo Quilmes fueron adquiridas en 2008 por una asociación entre las empresas constructoras Caputo Saicyf, Landmark Sur SRL y el inmobiliario Claudio Grasso.
De los 600 lotes que integran "Nuevo Quilmes", la mitad ya están habitados o en construcción. Hoy, los terrenos se revenden entre 88 y 250 mil dólares, y para los consorcistas, las expensas rondan los dos mil pesos.
Varios vecinos aseguran que el diputado kirchnerista Carlos Kunkel -tradicional vecino de zona sur junto a su esposa, la diputada provincial Cristina Fioramonti-, también compró un terreno. Consultado por LA NACION, el legislador se resistió a responder si hizo la inversión.
SIN LA HABILITACIÓN DE LA PROVINCIA
Los lotes de "Nuevo Quilmes", donde antes había antenas de telefonía, eran inundables, no aptos para ser habitados. Para evitar el agua, los desarrolladores elevaron el terreno casi dos metros. Pero el lugar todavía no tiene habilitación: por ahora, los vecinos del country no pudieron escriturar y sólo tienen el boleto de compra de su propiedad.
El emprendimiento no está autorizado por ARBA, ni por el área de catastro que depende de Daniel Scioli. Ayer, el ente recaudador provincial emitió un comunicado en el que informó que "en el marco de un operativo de control en countries, los inspectores detectaron que el 87% de las construcciones de Nuevo Quilmes no está declarado ante el fisco y, por lo tanto, tributa como baldío".
El informe de ARBA sobre el barrio en el que invirtió Recalde indicó que el lugar tiene una deuda de $2 millones por las irregularidades. Y fue más allá: "Entre los más de 50 mil metros cuadrados no declarados de Nuevo Quilmes, hay 200 casas de lujo, de aproximadamente 250 metros cuadrados cada una, confeccionadas con materiales de primera calidad y con instalaciones complementarias de categoría. Asimismo, se detectaron 100 piletas de natación que no figuran en los registros catastrales de la provincia".
POLÉMICAS INUNDACIONES MUROS AFUERA
Según constató este medio, empresas constructoras entran y salen al barrio privado donde crecen casas modernas de hasta tres pisos. El panorama contrasta con los vecinos que viven afuera del perímetro con custodia privada.
Los quilmeños aseguran que la elevación del predio privado convirtió a sus calles en una "palangana" que sufre severas inundaciones cuando llueve. "Con la ejecución del emprendimiento se producirá un desastre ambiental de importantes daños materiales y humanos", alertaron distintas organizaciones vecinales mediante una carta remitida a Scioli y al intendente de Quilmes Francisco "Barba" Gutiérrez.
"Son revolucionarios de bolsillos amplios, y se les cae el discurso: construyen semejantes casonas y al lado los quilmeños se ahogan", manifestó el concejal local Ariel Domene (UCR).
Desde la municipalidad de Quilmes aseguraron que en el barrio Villa Alcira, el más afectado por las inundaciones, está prevista la construcción de una estación de bombeo. Sobre el barrio privado, manifestaron que "la municipalidad le dio la autorización a la Asociación Civil Nuevo Quilmes SA para construir, pero que todavía falta que la provincia convalide la habilitación".
Por ahora, la gestión del intendente kirchnerista no se muestra preocupada por las autorizaciones faltantes: el propio secretario legal y técnico del municipio, Walter Di Giuseppe -que no respondió los llamados de este medio-, se compró una casa el barrio Nuevo Quilmes.
Fuente:Por Maia Jastreblansky LA NACION
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