SALUD
1 de febrero de 2018
Una ensalada completa, el almuerzo ideal
La nueva tendencia es pensar en la calidad de los alimentos, más allá del aporte energético. ¿Cómo incorporarlas? Acá te damos un plan.
Hasta hace algunos años los métodos para adelgazar más difundidos estaban centrados mucho más en contar las calorías de los alimentos, y en cómo hacer para controlarlas, que en observar su calidad.
La idea generalizada era mirar listas con las distintas comidas o los rótulos de los envases y armar un plan matemático. El resultado: permanecer encerrado en el famoso “efecto yo-yo” o no lograr un cambio de hábitos perdurable.
Una ensalada completa, el almuerzo ideal.
El motivo es que las calorías de los distintos alimentos no generan el mismo impacto en el cuerpo: 80 kilocalorías provenientes de un snack basado en edulcorantes, aditivos, conservantes, colorantes y demás, nada tienen que ver con las mismas 80 kilocalorías provenientes de una fruta. Por eso, lo importante es pensarte más en calidad que en cantidades.
La trampa de los envases
Es decir, existen calorías provenientes de los alimentos industrializados y procesados, muchos de ellos también llamados alimentos vacíos -como los snacks, las gaseosas o aguas saborizadas comerciales, las golosinas y los panificados, entre varios otros- y que en su elaboración y extracción traen consigo una carga de químicos artificiales que impactan negativamente sobre la total expresión de nuestro cuerpo físico, energético, mental y emocional.
Son sustancias que, al ingresar en cantidades y formas inadecuadas, no pueden ser lo suficientemente procesadas y necesitan que los distintos órganos y tejidos se hagan cargo de ellas acumulándolas dentro de sí para que el impacto sea, al menos, tolerable.
La palta contiene omega 3 y 9 que dismimuye la inflamación.
Siendo así, si al tejido adiposo (que es el órgano acumulador por excelencia) se le presentan alimentos difíciles de digerir, tenderá a inflamarse aún más para englobar dichas sustancias y nivelar el impacto de ellos en la salud. Esto es, en un principio, una ayuda para nuestra salud, aunque claro está, hasta que ya no pueda más y envíe más síntomas como alarma, que lleven a tomar el control sobre el cuerpo.
Los frutos secos, nutritivos y con poder de saciedad.
Dicho así, se podría suponer que los alimentos que no aportan calorías o aportan muy pocas y llevan los rótulos diet, cero, bajo azúcar, libre de grasas, serían “favorables” para el adelgazamiento y aquellos que se jactan de ser “los malos de la película” por contener mayor densidad grasa o un porcentaje mayor de azúcares como los frutos secos o las frutas maduras entonces, no ayudarían al descenso.
Pero, por el contrario, los alimentos que provee la naturaleza en su estado puro, al contener nutrientes nobles, contienen calorías beneficiosas, incluso para el adelgazamiento.
Dentro de este grupo, están la palta, el coco (la fruta y su aceite virgen), los frutos secos (almendras, nueces, pistachos o castañas), las semillas (de girasol, calabaza, sésamo, lino, chía y sus aceites vírgenes), las legumbres (lentejas, garbanzos, habas, alubias), los pseudocereales (quinua, amaranto o mijo) y las olivas (aceitunas bien lavadas y su aceite extra virgen).
Todos ellos contienen en mayor o menor medida un tipo de grasas antiinflamatorias (sobre todo las omega 3 y omega 9), que disminuyen los tejidos congestionados, como es el caso del adiposo cuando una persona tiene sobrepeso. Por eso, al consumir estas alternativas en pequeñas porciones y de forma consistente, el cuerpo adelgazará con un brillo especial.
¿Cómo incorporarlas? Acá te damos un plan.
Desayuno y merienda: infusión de hierbas naturales sin endulzar o con pizca de azúcar mascabo o miel de arroz, un licuado realizado con frutas de estación, un puñadito de almendras preferentemente activadas (lavadas e hidratadas previamente durante toda la noche), hojas de espinaca y cantidad suficiente de agua.
Almuerzo y cena: un licuado de pomelos en agua, una ensalada completa, con quinua, palta, olivas y abundantes vegetales crudos a elección.
Patricia Robiano es licenciada en nutrición y coach holística de salud.
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