Luego de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, acusara al Gobierno alemán de tener una "actitud hostil" hacia la Argentina, y el canciller Héctor Timerman lo acusara de tomar decisiones que "generalmente van en contra de los intereses populares", llegó la respuesta de la administración de Angela Merkel. "El Gobierno Federal no tiene ningún tipo de relación ni contacto con los que han encargado las actuales campañas publicitarias" de los holdouts, aseguraron a través de un comunicado.

El Gobierno alemán respondió este jueveslas críticas lanzadas por la administración de Cristina Fernández, asegurando que "no tiene ninguna relación con las campañas publicitarias de los fondos buitre" y que "no tomó partido por ninguna" de las partes en el juicio de los holdouts contra la Argentina.
 
Cabe recordar que ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había dicho que Alemania tiene una "actitud hostil" hacia el país, mientras que esta mañana el canciller Héctor Timerman acusó a dicho gobierno de tomar decisiones que "generalmente van en contra de los intereses populares".
 
"El Gobierno Federal no tiene ningún tipo de relación ni contacto con los que han encargado las actuales campañas publicitarias. Los Hedgefonds que obtuvieron la sentencia en Nueva York contra Argentina no son empresas alemanas. El Gobierno Federal no toma partido por ninguna de ambas partes en el pleito de Argentina con sus holdouts", sostuvo el gobierno alemán, ante la consulta de Clarín.
 
A través de un comunicado enviado a dicho diario por la oficina de prensa del embajador Bernhard August Konrad Georg Graf von Waldersee, el gobierno alemán expresó que "Alemania, junto con otros acreedores, ha intentado durante muchos años reabrirle a Argentina el camino hacia los mercados financieros. Este año se logró un avance muy importante gracias al acuerdo de Argentina con el Club de París. El Gobierno Federal celebra que Argentina haya efectuado el pago de la primera cuota puntual y completamente a los acreedores del Club de París. Es un paso muy importante para el fomento de la confianza", sostuvo el comunicado.
 
Más temprano, Timerman se sumó a las críticas de la Casa Rosada contra el gobierno alemán, al que acusó de "no escuchar lo que quieren la gran mayoría de los países" del mundo en materia económica y de tomar decisiones que "generalmente van en contra de los intereses populares". El canciller se expresó en el mismo sentido que lo había hecho el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien había denunciado una "actitud hostil" del gobierno germano contra la Argentina al llevar adelante acciones "favorables" a los fondos buitre.
 
Desde Estados Unidos, en declaraciones radiales, el canciller dijo que no le "extrañan" los cuestionamientos del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schauble, sobre el manejo económico en la Argentina, al afirmar que eso "mismo piensa de los países endeudados de su región" y recordar que Alemania votó en la ONU en contra de promover un marco regulatorio para los procesos de reestructuración de deuda.
 
La escalada de las principales voces del Gobierno contra Alemania comenzó después de que en una entrevista el ministro alemán dijera que "en la Argentina insultan a los fondos y los llaman «buitres», pero la causa del problema es la propia Argentina. Ha vivido durante décadas por encima de sus posibilidades, no paga sus deudas y está por eso casi aislada del tráfico internacional de pagos".