WASHINGTON.- Estados Unidos impondrá un arancel a las importaciones de acero y aluminio, desatando una guerra comercial con aliados y rivales que amenaza con provocar una profunda alteración en la economía global y abrir una nueva era de incertidumbre.

La nueva política le imprime el golpe más duro al vínculo comercial entre la Argentina y Estados Unidos desde el cierre a las exportaciones de biodiésel.

El presidente, Donald Trump , pondrá su firma en dos proclamaciones que ordenan aplicar un arancel del 25% a las importaciones de acero y otro del 10% a las de aluminio por motivos de "seguridad nacional", una medida que profundizó el giro nacionalista y proteccionista que su gobierno imprimió en la política económica de la primera potencia global.

Varias potencias, incluidas China y la Unión Europea, amenazaron con represalias comerciales. México y Canadá, montados en la renegociación de su tratado de libre comercio con Estados Unidos (Nafta, según sus siglas en inglés) quedaron excluidos de las nuevas tarifas, y la Casa Blanca y el propio Trump indicaron que otros países alcanzados podrán solicitar "exenciones".

"Vamos a ser muy flexibles", prometió Trump, dejando la puerta a excluir a aliados.

Los aranceles alcanzan a las exportaciones de Tenaris, del Grupo Techint, y Aluar, que colocaron, el año anterior, tubos de acero y aluminio por unos US$ 770 millones en la primera potencia global. Juntas, las ventas de biodiesel, acero y aluminio -todas restringidas por Trump- representan más del 40% de las exportaciones argentinas al principal país del hemisferio. En 2017, la Argentina tuvo un déficit comercial de US$ 3117 millones con Estados Unidos.

Trump aplicó su nueva política a pesar de la fuerte oposición de los republicanos en el Congreso, funcionarios de peso dentro de su gobierno, el establishment corporativo y las advertencias y amenazas de represalias de rivales, como China, y de aliados históricos de Washington, como la Unión Europea. El presidente dijo que sería "flexible" para acotar el impacto de sus aranceles y conceder exenciones. Los aranceles, dio a entender, quedarán a su total discreción.

"Tendré derecho a subirlos o bajarlos, dependiendo del país, y tendré a sacar o a incluir países. Solo quiero justicia, porque no hemos sido tratados de manera justa por otros países", afirmó el presidente, durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca antes de la firma de los aranceles.

La Casa Blanca justificó la política en la necesidad blindar y reconstruir la industria metalúrgica, vital, según el argumento oficial, para la seguridad nacional, el respaldo de la industria armamentista y la infraestructura del país.

"El acero y el aluminio son una parte fundamental de nuestra base industrial de defensa", dijo un alto funcionario de la Casa Blanca, al confirmar la rúbrica presidencial.