El viernes por la noche en Morteros se realizó una asamblea definitoria para la Asociación de Transportistas Lácteos y Afines de la República Argentina ya que sus más de cien afiliados, a los que se sumaron algunos empresarios más en el encuentro, para abarcar el servicio de 12 industrias lácteas de la principal región lechera con más de 500 camiones, avanzaron sobre la decisión de obtener un aumento o cesar en las tareas.
Roberto Pachiega como titular de la gremial, en diálogo con LA OPINION, comentó que el lunes estará llegando a cada una de las industrias una carta documento en la que se fija el plazo de una semana para que se acceda a un contacto directo, a un diálogo en el que se pueda fijar el aumento del 23 por ciento en las tarifas, de lo contrario se procederá a "no salir más a hacer la recolección de la leche en los tambos, vamos a abandonar el servicio". La situación de este sindicato de empresarios es compleja, por la falta de actualización de tarifas, ante los aumentos de insumos y costos que tiene cada dueño de camión. Reconoce que "ninguna empresa de servicios puede trabajar si sus insumos o cargos son mayores que el valor que se paga por la prestación".
"La carta documento es el último aviso que les damos a las industrias, a pesar que durante los últimos días recibimos llamados telefónicos de algunas que estarían dispuestas a un encuentro y arreglo. Incluso se comunicaron con nosotros o nuestros socios algunos presidentes comunales, preocupados por las consecuencias que esta quita del servicio puede traer a los tambos", agregó el dirigente que remarca que la medida no es un paro, sino que en la intención de muchos de los afiliados está la idea de dejar de prestar el servicio, de abandonar la actividad. "O vemos la predisposición al diálogo, no como en la última convocatoria a las empresas que de 12 acudieron tres, para poder conseguir un aumento del 23 por ciento y así poder arrancar de cero para futuros ajustes, o tenemos que dejar el negocio y ahí quedará claro que son las industrias las únicas responsables del daño económico que le generarán a los tamberos, hasta que se pueda armar una nueva estructura que nos reemplace", entiende Pachiega.
Existe un ejemplo muy sencillo que aporta Atlara, para un prestador de servicio que recolecta dos millones de litros de leche al mes, ante un tambero al que le pagan 3,20 pesos por litro, si ese productor recibiera tres centavos más podría así cubrirse el costo del 23 por ciento más que pretenden los empresarios, esa mínima diferencia es por la que lucha esta Asociación. 
Cuando se habla de la cadena láctea, se incluye a esta ecuación en cuanto a la mala distribución de la renta en la misma. Pachiega concluye que "es muy poco lo que representa el costo en el producto terminado respecto a la recolección de la materia prima", conociendo la importancia en la estructura productiva.

Fuente: La Opinión