Con una rapidez inusitada, menos de 24 horas después de producida la vacante, el Poder Ejecutivo remitió al Senado el pliego que designa a Alejandro Vanoli presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), cargo en el que ya se encuentra en funciones por decreto de Cristina Kirchner en reemplazo de Juan Carlos Fábrega, que renunció por sus divergencias con el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Vinculado con el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno y considerado un defensor a ultranza del "modelo" kirchnerista, la designación de Vanoli ya cosechó el rechazo de la UCR y de FAP-UNEN.

"Lo de Vanoli no lo vamos a acompañar bajo ningún punto de vista. Es peor que [Mercedes] Marcó del Pont porque no tiene solvencia técnica y va a ser un títere de La Cámpora", sentenció el jefe del bloque radical, Gerardo Morales (Jujuy), en diálogo con LA NACION.

La rionegrina Magdalena Odarda, en tanto, anticipó el rechazo del FAP-UNEN. "Vanoli representa a un sector ligado al Gobierno que es incompatible con nuestra postura de independencia del Banco Central", sostuvo la senadora.

El hecho de que el pliego haya ingresado a la Cámara alta no implica que ya se encuentre habilitado para su discusión en la Comisión de Acuerdos. Para que eso ocurra tendrá que ser "dado a cuenta" (trámite que implica la lectura del número del expediente ante el pleno del cuerpo) en una sesión ordinaria.

Sin embargo, el oficialismo pidió sesión especial para el próximo miércoles para tratar el proyecto de ley de hidrocarburos. En este tipo de reuniones, sólo se discuten los temas seleccionados. Esto obligará al kirchnerismo a negociar con la oposición para poder darle ingreso oficial al acuerdo.

PEQUEÑO OBSTÁCULO

Éste sería el único obstáculo que encontrará el oficialismo para darle un rápido trámite al pliego. Es que la designación de un presidente del BCRA no requiere mayoría especial, razón por la cual en el kirchnerismo daban ayer por descontado que, una vez cumplido el procedimiento reglamentario, aprobarán el nombramiento de Vanoli.

El hecho de que el pliego no tenga ingreso oficial y de que sea una incógnita cuándo lo recibirá también dificultaba ayer en los despachos oficialistas el cálculo del cronograma de tratamiento de la designación.

Por lo pronto, una vez habilitada para debatirlo, la Comisión de Acuerdos tendrá que invitar a Vanoli a exponer los lineamientos de gestión con los que llega al BCRA y a someterse a las consultas de los senadores.

Cuando esto ocurra se dará un notorio contraste con su antecesor en el cargo, cuyo pliego fue aprobado casi por unanimidad, sólo se abstuvo el radical Oscar Castillo (Catamarca), en diciembre del año pasado.

En aquella oportunidad, Fábrega fue designado para completar un período nuevo, que vence en diciembre de 2019. Vanoli es propuesto por la administración kirchnerista para completar ese mandato.

"La salida de Fábrega pone en duda lo que pueda pasar de aquí en más con la política del Banco Central", lamentó ayer Odarda al opinar sobre la salida del ahora ex funcionario, que llegó a la presidencia de la entidad monetaria luego de más de 40 años de carrera en el Banco Nación. Esa extensa trayectoria fue lo que le valió el respaldo de todos los bloques cuando su nombre fue sometido al escrutinio del Senado.

Tampoco se espera que el trámite de Vanoli sea tan traumático como el de Mercedes Marcó del Pont, a quien la oposición estuvo a punto de rechazarle, en abril de 2010, su designación al frente del BCRA. La salvó el cambio de opinión de Carlos Menem (PJ-La Rioja), que, desde entonces, se convirtió en aliado del kirchnerismo en el Senado.

"Para mí, Vanoli va a ser una marioneta de La Cámpora en el Banco Central, y eso es lo peor que le puede pasar a la economía", opinó Morales, quien también recordó que el ahora ex presidente de la Comisión Nacional de Valores "se convirtió en ejecutor de las políticas de Guillermo Moreno" cuando el Congreso sancionó la controvertida ley de mercado de capitales.

Por Gustavo Ybarra  | LA NACION