El futuro electoral en Brasil abre fuertes interrogantes. Mientras que la presidenta Dilma Rousseff afina los últimos detalles para intentar conseguir una nueva victoria este domingo 5 de octubre, las cifras de las últimas encuestas cambian minuto a minuto: Marina Silva, la candidata socialista que tenía en su puño la reelección de Rousseff ahora lucha por mantener su segundo puesto contra el rival de la derecha, Aecio Neves. En cualquiera que sea los casos, los tres candidatos tienen posturas diversas en temas de política económica y estrategia de relacionamiento con sus socios regionales que podría afectar a la Argentina. A continuación, un repaso por los principales puntos:
 
Dilma Rousseff
Plan económico:

Con un discurso similar al del kirchnerismo, habla de iniciar un nuevo ciclo que no avale retrocesos en los logros conseguidos durante su presidencia y la de Lula Da Silva. Su apuesta está basada principalmente en mantener dos pilares del modelo anterior (la percepción de solidez económica y las políticas sociales), agregando un nuevo e imprescindible pilar: la competitividad productiva. Esta surgiría de un renovado impulso de la inversión en la producción y consumo de masas y en infraestructura, con el fin de fortalecer el consumo interno. Pero hasta ahora Dilma no encontró la solución para reactivar una economía que bajo su mandato creció, en promedio, apenas 1,7%.Dilma entiende que el mercado interno todavía tiene mucho camino por recorrer y quiere impulsarlo. Ello podría significar un aumento de las exportaciones argentinas, según la consultora Analytica, principalmente porque esas ventas están orientadas a la demanda interna brasileña (autos, productos químicos). Al mismo tiempo el PT buscará profundizar la políticas de compre nacional, sobre todo en Petrobras, protegiendo a la industria local. Si bien esto puede condicionar algunos mercados para los productos argentinos, el crecimiento del mercado interno, en teoría, más que compensaría esa situación.
 
Política exterior: En este punto Dilma quiere darle continuidad a la mirada de la “Patria Grande” que iniciaron Lula, Hugo Chávez en Venzuela y Néstor Kirchner en la Argentina. Por eso quiere fortalecer elMercosur, pese a los problemáticos vínculos comerciales con Argentina gracias a las trabas a las importaciones impuestas por el gobierno de Cristina Kirchner y los continuos pedidos de la oposición de que Brasil se acerque a la Alianza del Pacífico y ponga en marcha el Trado de Libre Comercio con la Unión Europea. En este último punto, Dilma afirmó que es necesario avanzar en la negociación con el bloque europeo, un poco en orden al análisis realizado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la importancia de la apertura del mercado brasileño. Sobre el FMI, Dilma siempre se jactó sobre el desarrollo de su país evitando las recetas del organismo internacional. En conclusión: si bien los vínculos entre Argentina y Brasil han sufrido vaivenes, la proximidad ideológica se mantiene. Una victoria de Dilma le daría cierta continuidad al plan regional del gobierno argentino. El desafio: tonificar el vínculo comercial y la integración productiva. 
 
Marina Silva
Plan económico:
El proyecto de gobierno de la ex ministra de Medio Ambiente del PT marcaría rupturas con el actual modelo de desarrollo de Rousseff, lo cual impactaría en Argentina. Por un lado quiere que las empresas de Brasil aumenten su participación en las cadenas globales de valor. Junto a la iniciativa de un Estado con menor injerencia en la economía parecería apuntar a un modelo más orientado a lograr un crecimiento traccionado por el desarrollo del comercio exterior y en segundo lugar del mercado interno. Plantea, además, la necesidad de un Banco Central más independiente y de un régimen más estricto de metas de inflación lo que ha entusiasmado a los mercados. Finalmente sería respetuosa de las políticas sugeridas por el FMI y la OMC.

Política exterior:
Si bien el plan de gobierno de Marina comparte la necesidad de profundizar las relaciones dentro del Mercosur y la UNASUR, marca como contrapunto respecto del PT el aumentar la apertura económica de Brasil. En ese sentido, promovería un acuerdo entre el Mercosur y la Alianza del Pacifico con el objetivo de dar un primer paso para avanzar en acuerdos multilaterales y bilaterales con los países desarrollados. Punto importante: Silva culpa a la Argentina del estancamiento en el tratado de libre comercio entre el bloque regional y la UE. Pese a la ciclotímica afinidad entre el PT y el kirchnerismo, el escenario de Marina presidenta permite vislumbrar un 2015 con mayor tensión en las relaciones bilaterales.

Aécio Neves:
Plan económico: 
Lo llaman el “candidato de los mercados” y ante sus electores afirma que es el adecuado para recuperar la credibilidad de la economía brasileña entre los inversores extranjeros, los empresarios y los propios consumidores. El senador señala que la economía brasileña, que crecerá menos del 1 % este año según las previsiones más optimistas, tan sólo volverá a expandirse cuando recupere la credibilidad. Busca inspiración en la social democracia europea. El candidato del PSDB guarda varias similitudes en el campo económico con la candidata Marina Silva. Muchos de los economistas que ahora asesoran a la ambientalista eran próximos o integraron los gobiernos del PSDB. Se estima que el senador adoptaría una rígida política económica, buscando desburocratizar y estimular la productividad de los sectores industriales. El control de la inflación sería casi una obsesión, y buscaría llevarla por debajo de la meta de 6,5%: su equipo económico trabajaría con una meta anual del 4%.

Política exterior:
Neves abandonaría las relaciones que Lula y Dilma construyeron con Cuba y Venezuela, asumiría una posición más antagónica frente a esos gobiernos e impulsaría fuertemente el comercio exterior. Al igual que Marina, defiende una reforma del Mercosur para poder negociar acuerdos de libre comercio de forma autónoma con terceras naciones, como Estados Unidos. A primera vista, en caso de llegar al poder, los vínculos con la Argentina también se resentirían desde un aspecto ideológico. Sobre el combate al narcotráfico, Neves afirmó que exigirá que los países vecinos desde los que llegan drogas a Brasil adopten políticas comprometidas con el combate a ese ilícito y al mismo tiempo equipará a las fuerzas públicas de seguridad para mejorar el control en las fronteras.