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ECONOMIA Y POLITICA

4 de octubre de 2014

Bancos obligados a subir tasas

Deberán pagarles un mínimo de 22,8% anual a los ahorristas. Suben a $ 350.000 la garantía de depósitos. Las medidas son para restarle atractivo al dólar.

La gestión de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central (BCRA) tardó apenas 48 horas en definir su rumbo y confirmar lo que se esperaba: de aquí en más se extremará la intervención gubernamental en los negocios financieros.

La entidad difundió, avanzada la tarde de ayer, que para "estimular el ahorro" en moneda nacional dispuso, desde el miércoles, que los bancos deberán pagar por los plazos fijos tasas que superan en tres puntos las que venían pactando libremente por estos días con los ahorristas.

Así, paradojalmente, Vanoli debuta con una suba en las tasas, una medida que Axel Kicillof le resistía tenazmente a su antecesor, Juan Fábrega, y ahora avala.

Para estimular las colocaciones, el BCRA además elevó de $ 120.000 a 350.000 el monto de las colocaciones que quedan por la garantía de depósitos y duplicó el aporte (del 0,015 al 0,06% de cada peso que capten) que los bancos deben hacer al fondo que administra esa cobertura.

Las medidas se enmarcan en un intento por calmar el apetito de los argentinos por el dólar que reapareció tras el nuevo default y ante el temor a que el cuadro de restricción financiera que el renovado aislamiento abrió dispare un nuevo salto devaluatorio del peso, como el que sorprendió a muchos a fin de enero.

El plan oficial, que hasta aquí sólo contemplaba castigos y las persecuciones a entidades y agentes bursátiles que, según la versión oficial, alientan la corrida cambiaria, agregó ahora un intento de seducción a los ahorristas. Sin embargo, aun con el ajuste alcista dispuesto a las tasas por regir desde mitad de semana, los rendimientos a pagar por los bancos se mantienen claramente debajo de la inflación real.

MANEJO DE LOS PRECIOS
La fórmula del BCRA para fijar los precios que la banca debe pagar por captar dinero es la misma a la que ató los que estos mismos deben cobrar por los préstamos al consumo. Esto quiere decir que los estableció en relación con lo que les paga por comprarle los títulos de deuda (Letras y notas) que habitualmente emite para regular la oferta monetaria.

El coeficiente parte del 87 al 93% del interés que les valida en esas operaciones, de lo que resultan tasas que van a arrancar del 22,8% anual (para 30 días) para llegar al 24,5%, cuando la imposición supere los 90 días. Luego variarán en función de las tasas que el propio BCRA pague por las Lebac.

La novedad se conoció en una jornada en la que el BCRA debió reconocer otra merma de US$ 207 millones en las reservas internacionales (cayeron a US$ 27.749 millones), que así marcaron un nuevo mínimo en casi seis meses, es decir, los tiempos en que comenzaban a mostrar una leve recuperación tras el impulso que la devaluación del peso había dado a las liquidaciones sojeras (ver aparte).

Hasta aquí el Gobierno había regulado buena parte de los precios que los bancos cobran por los préstamos. Desde hace dos años, los obliga a transformar en préstamos para inversión por lo menos el 5% de los depósitos privados que tengan bajo administración a una tasa actualmente fija por al menos tres años establecida por estos días en el 19,5% anual.

Desde hace tres meses agregó a eso los topes a las tasas que cobran por préstamos personales y prendarios o financiaciones de consumos realizados con tarjeta de crédito, en una medida que en los hechos recortó y desmejoró la oferta crediticia.

En agosto ya el 60% de la cartera de créditos de los bancos tenía topes de precios o cupos.

La novedad es que ahora avanzan sobre los precios que pagan por captar, lo que cierra el círculo regulatorio e impactará en la rentabilidad del sistema bancario local.

El plan Vanoli contempla además un aumento del 9 al 13% que el BCRA les pagará a los bancos por los pases pasivos (operaciones de absorción de corto plazo), lo que significa un reconocimiento implícito del impacto que la descontrolada emisión monetaria para financiar al Tesoro nacional tiene sobre la inflación y la corrida cambiaria que, hasta aquí, sistemáticamente negaban.



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