POLITICA
7 de octubre de 2014
Lorenzetti presenta con Cristina el Código Civil más allá del costo político
A pesar de estar enfrentado con el Gobierno por la lucha contra el narcotráfico, el titular de la Corte acompañará a la Presidenta en la Rosada. Sin embargo esquivó la invitación para hablar en el acto.
Dos años y medio después de anunciar su reforma, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezará hoy, desde las 18.30, un acto en la Casa Rosada, en el que promulgará la ley del nuevo Código Civil y Comercial. Entre los asistentes al Museo del Bicentenario se destacarán gobernadores provinciales y, en especial, el presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, uno de los ideólogos del proyecto, al cual bendijo la semana pasada, pero que también cuestionó las políticas del Gobierno en materia de narcotráfico.
Mucho cambió en la relación entre Cristina y la Corte desde aquel 28 de marzo en el que se oficializó el anteproyecto de ley para unificar los códigos Civil y Comercial. Con Aída Kemelmajer de Carlucci y Elena Highton de Nolasco como las otras integrantes de la comisión redactora, más medio centenar de juristas que también participaron en la elaboración, el jefe del máximo tribunal fue la cabeza del nuevo Código que, según sus palabras en ese discurso en la Rosada, representaba "un trabajo que va a mejorar la calidad de vida de los argentinos".
Ahora la situación es distinta, Si bien le ofrecieron hablar en el acto de hoy, el titular de la Corte declinó esa posibilidad y no emitirá ningún discurso, más allá de que no se descarta que dialogue con la prensa al término del acto. En el máximo tribunal advierten que irán con "prudencia" a la Rosada y que no quieren formar parte de un evento político que poco tenga que ver con lo académico.
Lorenzetti fue impulsor del nuevo Código Civil y Comercial, pero puertas adentro mostró sus diferencias con un proyecto que "pasó por demasiadas manos" y que en la Corte en algún momento definieron como un "zafarrancho jurídico". Las diferencias de criterio más fuertes entre los ministros más críticos del kirchnerismo se dan con el secretario de Justicia, Julián Álvarez, uno de los gestores de cambios al Código que no gustaron en la Corte. Tras afinar el lápiz, finalmente, llegaron a un acuerdo, pero la relación con el segundo de Julio Alak viene deteriorada desde hace tiempo.
Si se trazara una línea de tiempo de 2012 a la fecha, se advertirán los múltiples cruces que hubo entre el Poder Ejecutivo y el cuarto piso del palacio de Tribunales. El más emblemático, y también el que más sufrió el kirchnerismo, fue en junio de 2013, cuando la Corte declaró inconstitucional la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura, corazón del plan de democratización de la Justicia que impulsaba el kirchnerismo. Pero hubo otros choques de frente, como cuando Cristina en pleno inicio de sesión legislativa del año pasado apuntó contra los jueces por no pagar el impuesto a las Ganancias, o como cuando Lorenzetti, también en 2013, denunció que la AFIP que encabeza Ricardo Echegaray lo perseguía a él y a su familia, o como cuando la Corte falló en contra de la expropiación de La Rural.
Volvió a reinar la paz luego de que el máximo tribunal dictaminara la constitucionalidad de la Ley de Medios. Este año, no obstante, la tensión se reanudó con los tironeos con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich por la reasignación de partidas para el Poder Judicial, las disputas con el secretario de Seguridad Sergio Berni por narcotráfico y el contrapunto con el titular de la Sedronar Juan Carlos Molina en relación a su postura de despenalizar el consumo de drogas.
por BERNARDO VÁZQUEZ Buenos Aires
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