La participación especial de la Argentina en el Salón del Libro de París, en marzo pasado, habría dejado una deuda de 400.000 euros. Según denunció la empresa organizadora del evento cultural a través de un comunicado de prensa, el Gobierno "no cumplió con sus compromisos contractuales".

"A día de hoy, una factura por valor de 400 000 euros está todavía sin pagar y el Salón del Libro de París sigue sin obtener respuesta alguna por parte de las autoridades argentinas implicadas", reza el comunicado firmado por Juan-Carlos Fernandez, de la Reed Expositions France, la firma encargada de la organización del Salón del Libro.

Este año, el país fue invitado especial y la propia Cristina Kirchner inauguró el evento, el 20 de marzo, en la coronación de una visita de Estado a Francia.

La denuncia del Salón del Libro refiere al "Ministerio de Cultura", aunque en ese momento la cartera era una secretaría y estaba conducida por Jorge Coscia. Con rango ministerial, ahora depende de Teresa Parodi.

"¿El Salón del Libro de París víctima del incumplimiento de los compromisos contraídos con el estado argentino?", se pregunta en su título el envío de Fernandez. "Desgraciadamente, seis meses más tarde, nos vemos obligados a declarar que el Ministerio de Cultura de Argentina no ha cumplido con sus compromisos contractuales", dice en su tercer párrafo, antes de señalar que la deuda asciende a 400.000 euros.

Luego hace hincapié en la situación argentina actual y hace mención a que el país volverá a participar como país invitado en las ferias culturales de Frankfurt (Alemania) y Guadalajara (México).

"Los momentos difíciles que está viviendo Argentina no justifican de modo alguno este silencio ni el incumplimiento de los compromisos contractuales entre el gobierno argentino y la sociedad organizadora del Salón del Libro de París", denuncia el documento, y agrega: "Asimismo, Argentina estará presente en las Ferias del Libro de Fráncfort y Guadalajara y continuará con su proyecto político de representación en el ámbito internacional".

"A pesar de la amistad que une nuestros dos pueblos, exigimos que Argentina salde su deuda con el Salón del Libro de París", concluye.