DEPORTE
16 de junio de 2018
Argentina en un amargo debut en el Mundial
La Selección terminó todo 1 a 1. Messi desperdició un penal.
La Selección comenzó ganando con gol de Agüero pero a los pocos minutos se lo empató Islandia, que se cerró muy bien atrás, y terminó todo 1 a 1. Messi desperdició un penal.
Argentina arrancó con mal pie el Mundial de Rusia 2018 al empatar 1-1 con la novata Islandia en Moscú, donde el equipo de Lionel Messi dejó muchas dudas sobre su funcionamiento.
Sergio Agüero abrió el marcador a los 19 minutos, en su primer gol en un Mundial, y Alfred Finnnbogason igualó a los 23' en el estadio Spartak de Moscú. El arquero Hannnes Halldrosson le atajó un penal a Messi a los 63', que pudo haber sido el segundo argentino.
Argentina dominó claramente el partido, con una posesión de más del 70 por ciento, pero padeció uno de sus recurrentes problemas, la falta de eficacia a la hora de convertir.
El partido fue muy trabado y a Argentina, que apostó por una formación conservadora con un doble 5 de contención pese al neto perfil ofensivo del técnico Jorge Sampaoli, le costó crear riesgo y llegar al arco rival.
Un tiro libre de Messi, a los 8', que peinó Tagliafico, fue la primera llegada clara, pero la siguiente jugada de contraataque de Islandia, con remates de Finnbogasson y Birkir Bjarnason que se fueron apenas desviados del arco de Wilfredo Caballero, advirtieron que Islandia estaba decidida a ir por todo.
A los 17 minutos volvió a avisar Messi. Con su genial maestría, la estrella del Barcelona eludió la defensa y remató de zurda pero Hannnes Halldorsson sacó el balón. Dos minutos más tarde llegaría el gol de Agüero, que hasta entonces casi no había podido entrar en juego. De espaldas a la defensa, giró y remató de zurda al ángulo derecho de Halldorsson.
La ventaja duró poco. Con desinteligencias en la defensa albiceleste y Caballero trabado, los argentinos no lograron despejar la jugada y Finnbogason se encontró sólo con el balón frente al arco y empujó la pelota. A los 44', Caballero salvó lo que pudo ser el segundo de Islandia.
En el Spartak, no apelar al VAR generó polémica. Un centro de Eduardo Salvio pegó en la mano del defensor islandés Gylfi Sigurdsson y todo el banco albiceleste pidió penal, o al menos revisión por videoarbitraje. Pero el árbitro polaco Szymonn Marciniak cobró tiro de esquina.
El penal para "La Albiceleste" llegó a los 64', pero el portero vikingo adivinó la intención de Messi y desvió el balón. Fue el cuarto penal errado de los 21 que pateó el crack con la camiseta albiceleste. Y se quedó sin poder celebrar los doce años de su primer gol en un Mundial, tras el que marcó el 16 de junio de 2006 en la goleada por 6-0 a Serbia en Alemania.
Dos minutos después, el crack disparó un tiro libre por encima del travesaño. Y el aplauso vikingo comenzó a sonar cada vez con más fuerza pese a que los islandeses eran clara minoría en las tribunas. A los 77', el árbitro tampoco dio penal sobre el recién ingresado Cristian Pavón.
A la dupla de Javier Mascherano y Lucas Biglia le faltó creatividad y el que más lo sufrió fue Messi, sin socios para elaborar el ataque. Varias veces tuvo incluso que retroceder mucho más de lo deseado para rescatar el balón, mientras que tuvo que sortear una marca doble o triple de los enormes islandeses para arremeter contra el arco rival.
Además, al conjunto de Sampaoli le costó encontrar espacios con las dos líneas de cuatro islandesas tan cerradas atrás, y padeció su propia defensa cada vez que los rivales intentaron contraatacar.
La diferencia de altura se notó, en particular en las jugadas aéreas y en las disputas uno a uno por el balón. Islandia es el tercer equipo más alto, con un promedio de 1,854 metros, y Argentina, el cuarto más bajo, con 1,794. Esto, más la dureza de los vikingos a la hora de cortar o despejar interrumpió casi todo intento albiceleste.
Más de 44.000 personas colmaron el Spartak, en su mayoría hinchas argentinos que más de una vez ovacionaron a Diego Maradona, presente en uno de los palcos.
El empate pone bajo presión al equipo de Sampaoli, que llegó a Rusia golpeado por un difícil proceso clasificatorio, las tres finales consecutivas perdidas en Brasil 2014 y las Copas América 2015 y 2016 y polémicas de todo tipo.
En cambio, Islandia celebró el resultado como un triunfo. La sorpresa de la Eurocopa 2016, en la que llegó a cuartos de final, se había preparado especialmente para este partido, "el más importante de la historia del fútbol islandés", según había anticipado su técnico Heimir Hallgrimsson.
La selección bicampeona del mundo deberá buscar un triunfo el 21 ante Croacia si quiere llegar con más aire al cierre frente a Nigeria, el 26, y buscar la clasificación. Mientras, el equipo "vikingo" jugará el 22 ante Nigeria y el 26, frente a Croacia para buscar su gran objetivo en Rusia: superar la fase de grupo.
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!