Con ironía, el diputado Julio Cobos sostuvo que la Presidenta ya se adelantó a perfilar ese escenario pesimista derogando durante su gestión "la seguridad, el poder adquisitivo y el diálogo". El senador Ernesto Sanz, por su parte, identificó que el "miedo" expresado por el kirchnerismo pasa por la pérdida del poder luego de 2015 antes que por la continuidad de sus políticas.

Del otro lado, pese a que buena parte del oficialismo se enfocó ayer en la conmemoración del día de la lealtad, dos presidenciables volvieron a recoger el guante. Contra el sentido de las palabras que había pronunciado en la jornada anterior, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, advirtió que el "escenario apocalíptico" había sido planteado por los opositores y no por el kirchnerismo. "Yo tengo buenas expectativas, optimismo y busco transmitir confianza en el futuro", subrayó.

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, consideró "muy soberbio" plantear que en 2015 vendrá "el kirchnerismo o el abismo". Luego criticó a Sanz por anunciar que derogará leyes impulsadas por el Gobierno si llega a la Presidencia y volvió a despotricar por el reclamo judicial abierto tras la votación de la reforma del Código Civil. "Antes iban a los cuarteles, ahora van a los juzgados", fustigó a los opositores.

En los últimos días, tanto Scioli como el gobernador tucumano, José Alperovich, y su mujer, la senadora Beatriz Rojkés; el diputado Carlos Kunkel, La Cámpora, la propia Presidenta y hasta el militante K Alex Freyre plantearon, con menor o mayor crudeza, un escenario de retrocesos como resultado de una eventual derrota del Frente para la Victoria en 2015.

Pese a que desde la oposición se anunció un principio de acuerdo para derogar luego de 2015 la ley de abastecimiento o el blanqueo de capitales, el kirchnerismo decidió sumar varios ingredientes más a ese caldo. Por caso, Scioli puso en duda la continuidad de la Asignación Universal por Hijo y Alperovich la llegada de remedios, mientras que Cristina Kirchner ironizó con la imposibilidad de "derogar" el satélite ArSat-1, lanzado anteayer.

En una pelea mediática con el coreógrafo Aníbal Pachano, Freyre, militante gay y empleado del Senado, avanzó mucho más al vaticinar la muerte de los enfermos de sida, por falta de medicamentos, si Macri o Massa llegaban al poder.

Ayer, a través de un comunicado Cobos dio a conocer una extensa lista con todo "lo que la Presidenta ya derogó", en el que incluyó "el poder adquisitivo de los argentinos", "la credibilidad y fiabilidad del Indec", "el federalismo", "la estabilidad cambiaria", "la calidad educativa", entre muchos otros ítems.

"Tienen un susto de novela", agregó Sanz, quien acusó al kirchnerismo de "instalar sus miedos" en la sociedad porque "saben que viene una Argentina mejor donde los delincuentes van presos", para insistir luego en que el "pánico a las urnas" de gobernadores y funcionarios pasa por las explicaciones que deberán dar ante la Justicia.

Scioli se reveló ayer contra el giro que tomaba el debate, y apuntó contra la oposición. "Es el reino del revés, los que agitan el miedo son los que al principio de año estaban diciendo que el país se iba al diablo", indicó, durante una entrevista radial, en la que evitó, de todos modos, cuestionar los dichos de Freyre.

Quien sí defendió al militante kirchnerista fue Domínguez. Pero como quien busca apagar el fuego con nafta. "Lo que Alex realmente dijo es que lo que está en pugna son proyectos y que uno es la muerte y el otro es la vida", precisó.