MUNDO
1 de noviembre de 2018
Sérgio Moro acepta ser ministro de Justicia de Bolsonaro
El juez Sérgio Moro manda callar a los periodistas que le preguntan tras su reunión con Jair Bolsonaro en Rio de Janeiro.Foto: Mauro Pimentel
El juez que encarceló a Lula da Silva liderará una cartera con competencias añadidas.
El juez más famoso de Brasil, Sérgio Moro, el instructor de las mayores investigaciones del caso Lava Jato y responsable del encarcelamiento de Lula da Silva, se pasa a la política.
Moro ha aceptado la invitación del próximo presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro de asumir el ministerio de Justicia y de Seguridad Pública. "La perspectiva de poner en marcha una agenda fuerte de lucha contra la corrupción y el crimen organizado, con respeto a la Constitución, la ley y el derecho, me han llevado a tomar esta decisión", ha anunciado el magistrado con una nota minutos después de salir de la casa de Bolsonaro, en Rio de Janeiro, donde mantuvo una reunión con el presidente electo.
"En la práctica, aceptar esta invitación significa consolidar los avances de la lucha contra el crimen y la corrupción de los últimos años y alejar los riesgos un retroceso por el bien mayor".
La entrada de Moro, de 46 años, en el Ejecutivo significará un antes y un después en las investigaciones de Lava Jato.
Hasta ahora, ha sido Moro quien conducía las pesquisas más significativas del mayor caso de corrupción de Brasil, el que desveló, en 2014, la existencia de una enorme trama de desvío y lavado de fondos públicos usando la petrolera estatal Petrobras. Afectaba a prácticamente toda la clase política y Moro mostró pocos reparos en que se asociase su nombre y su cara a los cientos de detenciones que resultaron, sobre todo las que tuviesen que ver con el Partido de los Trabajadores (PT).
Con el paso de los años, Moro se había convertido en el santo patrón del odio al PT, una trayectoria que culminó en junio de 2017, cuando condenó al popular expresidente Lula da Silva de corrupción. En enero, la segunda instancia ratificó esa sentencia y en abril, Lula fue encarcelado. Ahora, en un salto que recuerda al del juez Garzón en España, se pasa a la política.
En un primer momento, las investigaciones de Lava Jato quedarían en mano de Gabriela Hardt, la sustituta de Moro; después se le asignaría uno de los jueces del sur de Brasil que se disputen el cargo. Generalmente lo recibe quien lleva más años en activo.
Bolsonaro se convierte así en el más famoso de los superministros de Bolsonaro, quien está repartiendo un poder considerable entre su gabinete, al fusionar ministerios entre sí e incorporarles varias agencias hasta ahora independientes. En el caso de Moro, su superministerio mezclará Justicia con Seguridad y, también, la Secretaría de Transparencia y Combate a la Corrupción, Asuntos Internos y el Consejo de Control de Actividades Financieras. Entra en la misma categoría que Paulo Guedes, el ministro de Economía del ultraderechista, que aúna Hacienda, Desarrollo, Industria y Comercio Exterior y Planeamiento.
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