Ahora, los aspirantes a conducir la institución mantienen una batalla discursiva y proselitista en las que se ponen en juego dos estilos de conducción diferentes que no tienen nada que ver con el pensamiendo ideológico. 

Según una nota publicada en el diario digital cordobés Alfil menciona, hasta el 16 de noviembre, día de los comicios, se escucharán ideas, proyectos, y promesas en pos de conquistar al electorado. Las especulaciones existentes sobre padrones “cautivos”, con candidatos ya seleccionados y trabajados, preparan el escenario político para  la renovación de autoridades en barrio Jardín, que no tiene nada que envidiar a la política nacional, con tantas internas y fuego cruzado.

Además, el portal Alfil dio a conocer que para ese cometido tienen derecho a voto los socios que figuren en el padrón definitivo, habiendo cumplido regularmente con el pago de la cuota societaria.

De ese modo, el juez Saúl Silvestre le solicitó a la Junta Electoral que el 12 (cuatro días antes), a las 10, presente en el tribunal y en la sede del club el padrón de socios definitivo. El juez manifestó en declaraciones al diario cordobés DíaaDía que “en el mismo deberá reflejarse lo resuelto respecto de las impugnaciones deducidas y demás previsiones dispuestas en el estatuto del club”.

A raíz de conocerse la conformación de la lista única conformado entre “Todo por Talleres” y “Primero Talleres”, se unirá en una sola lista llamada “Talleres Vuelve”, habrá tiempo real hasta el 1 de noviembre para la presentación de la lista de unidad. Con esto, y ya habilitado el grupo “Talleres es de su Gente”, se anunciará el retorno a las urnas con dos listas para elegir. El padrón de socios, indican, podría alcanzar los 1700 sufragantes habilitados. Hoy son 1.845, pero deberá tenerse en cuenta los requisitos de una situación “normal” del carnet al día. El padrón, entonces, se colocará en lugares de acceso público (ya se hizo apenas se dio a conocer el listado de los hinchas) y será de consulta abierta y absoluta. 

En relación a las listas postulantes se ven  dos modelos políticos opuestos para poder encarar la gestión a futuro porque hoy Talleres está manejado por el fideicomiso en co-administración de un fondo de Inversión que aportó casi 13 millones de pesos desde 2010 hasta la actualidad. Una vez licuado el pasivo, el club debe volver a sus órganos naturales, que son sus socios, discurso interpretado por el juez de la quiebra, Saúl Silvestre, y por todo aquel que desea aspirar a la presidencia.

Sin embargo, tras el fin del gerenciamiento de Ateliers y una deficitaria gestión de la fundación Azul y Blanco con el fideicomiso (año 2009-10) nació el Fondo de Inversión. El nombre de Aldo Roggio, junto al del ya fallecido Miguel Srur, era garantía suficiente para mantener ordenadas las cuentas, más allá de lo variable de la contaduría administrativa en una entidad deportiva. Otros apellidos, como el de Hugo Bertinetti, del Banco Bonex, y Ernesto Salum, de Onda Sports, José Maslub y De Biasi, propietario de la gaseosa Pritty, le daban solidez a la estructura. Ahora que Talleres pierda esa estructura económica para convertirse en club social, y entonces, aparecen los primeros espacios vacíos por llenar.

Rodrigo Escribano, representante de Roggio en Talleres, se quedó sin el aval de quien lo bendijo y debió adaptarse. Demasiada tentación ofrece el Grupo Pachuca con los aportes mexicanos en dólares y la alianza con Fassi se logró casi por decantación, porque Escribano necesitaba cambiar su imagen vapuleada (es hoy centro de todas las críticas). Pero antes, hubo divorcios. Esos matrimonios por conveniencia pueden traer consecuencia entre aportantes. Por eso, Salum y Bertinetti quedaron fuera de la alianza con el empresario mexicano, y no tardaron en anunciar el rechazo. Es que en vez de devolverle el club a los socios, quedaría en manos de capitales privados. Un gerenciamiento avalado por asamblea.

De cara a los comicios, Daniel Albornós, exjugador y ex director técnico de inferiores, declaró que Talleres no tiene proyecto en lo deportivo pero que sí hay un proyecto para que en el padrón figuren familiares, amigos, empleados y allegados a integrantes del Fondo de Inversión.

En octubre de 2012, cuando se abrió el reempadronamiento de socios, el juez Silvestre –quien entiende en la causa- estimaba que serían a fines de 2013. Luego, se pospuso para abril o mayo de este año y ahora nadie sabe a ciencia cierta cuándo serán.

El problema es que aquellos que se empadronaron para votar deben tener pago el último año al momento de las elecciones. Es decir, dos años después, el socio paga una cuota que no le reporta ningún beneficio más que la posibilidad de votar.

Con todo esto, el padrón se ha reducido a sólo 1845 personas quienes decidirán en las próximas elecciones el destino de un club que puede llevar más de 60.000 personas a la cancha.

A su vez, el padrón está fuertemente sospechado de no ser genuino. Una fuente que prefirió mantener el anonimato contó en Informe Zoom que desde la filial a la que pertenece le pidieron que se empadrone sin pagar un peso. Hoy esa persona forma parte del padrón. 

Actualmente, Talleres tiene un giro ordinario total de $ 3.300.000, y la intriga está planteada en la forma de sustentarlo. El proyecto del hombre de Pachuca es precisamente generando comisiones rentadas, inversiones en infraestructura y captación de talentos, por lo que los gastos corrientes se elevarían a casi el doble. En tanto, el hermano del ministro orienta las bases del presupuesto en el compromiso del hincha, con la creación además de un fideicomiso regulado por la bolsa de valores, pero con el mensaje de que la institución puede ser autosustentable.

Y entonces llegan las acusaciones lógicas y típicas de toda contienda electoral. Los “socialistas” acusan a que sus rivales de que Talleres será una filial del equipo mexicano (hay testimonios donde el presidente del grupo Pachuca Jesús Martínez ratifica la intención de invertir y expandir el proyecto en Córdoba). Los “privatistas”, por su parte, fijan su mirada a Lawson sembrando dudas sobre al club y argumentan que de esa manera, volverán las deudas y la rueda de préstamos que fundirá otra vez a Talleres.    

Finalmente, con este escenario planteado entre esos dos modelos de gestión diferentes en la que cualquiera de los dos, gane quien gane, conducirá los destinos de Talleres el 16 de noviembre, mostrará la poca participación del hincha y el desinterés por la actividad dirigencial de los mismos simpatizantes que prefieren ver al equipo en la tribuna en lugar de estar en la sede.