La noticia sobre la detención de Carlos Ghosn , presidente de Renault y Nissan, dejó en estado de shock a los empleados de la japonesa en todo el mundo, y en especial en Europa, donde las dos fábricas de vehículos del grupo atraviesan momentos de incertidumbre.

Carlos Ghosn , presidente de Renault y Nissan.Foto:Crédito

La británica de Sunderland por los efectos del Brexit. Y la barcelonesa de la Zona Franca ante la ausencia de nuevos modelos que le permitan superar su actual infrautilización. Funciona a menos del 40% de su capacidad y a este ritmo es imposible ser rentable.

“Ghosn salvó a Nissan en un tiempo récord, luego lo hizo con Renault y finalmente acabó convirtiendo la alianza en el primer fabricante del mundo con la incorporación de Mitsubishi”, destacaron fuentes del sector. Y las plantas españolas (de Nissan y de Renault) han resultado también durante años beneficiadas por una gestión muy enfocada hacia la actividad industrial.

Imagen de archivo de la planta de Nissan en Barcelona 
La caída de este directivo, que llegó a adquirir un perfil de mito, no debería afectar al día a día de la gestión de Nissan, pues en abril del 2017 Ghosn ya cedió las funciones ejecutivas en esta empresa a Hiroto Saikawa, el consejero delegado. En Renault las mantiene, al menos hasta el próximo consejo de administración, y también en la superestructura de la Alianza. Una Alianza con un cruce accionarial es algo complejo: Renault tiene el 43% de Nissan, que a su vez posee el 15% de Renault; y en paralelo Nissan tiene un 34% de Mitsubishi.

Aunque todo indica que Saiwaka va a continuar (reforzado) en la dirección de Nissan, inquieta el alcance de la posible remodelación de la cúpula mundial tras la salida de Carlos Ghosn. En España preocuparía, sobre todo, el relevo de José Vicente de los Mozos, máximo responsable de las operaciones industriales de la alianza y la persona en la que están depositadas todas las esperanzas de reflotamiento de la planta de Barcelona. De los Mozos, con experiencia ejecutiva tanto en Nissan como en Renault, ha hecho carrera bajo el mandato de Ghosn, que después de su llegada a la compañía en 1999 promocionó a ejecutivos jóvenes.

El cambio se produce en una coyuntura crucial para toda la industria del automóvil, ante el desafío del coche eléctrico, autónomo y compartido. Y Nissan está intentando mejorar sus márgenes: ayer hizo públicos los resultados del primer semestre de su ejercicio fiscal, que incluyen una bajada del 10,5% en el beneficio (1.895 millones) y del 2% en la cifra de negocio (42.550 millones).