BRASIL.-Después del ataque sufrido por Bolsonaro el 6 de septiembre en plena campaña que lo alejó de los actos públicos en las últimas semanas electorales, Brasilia decidió tomar medidas extremas para proteger al flamante presidente en el marco de su asunción.

Bolsonaro vestirá un chaleco antibalas, y todo el espacio aéreo de Brasilia estará cerrado. Y con un detalle: se van a instalar baterías de misiles y habrá escuadrones de aviones listos para interceptar y derribar cualquier “aeronave en actitud sospechosa”. Toda esa parafernalia será coordinada y comandada por un grupo de 130 militares de la Fuerza Aérea y del Ejército.   

Oficialmente, las medidas de seguridad son inéditas en un acto de asunción presidencial en tiempos democráticos:

12 mil agentes de seguridad
Docenas de tiradores especializados en puntos estratégicos
Bloques de agentes de seguridad infiltrados en la multitud
Defensa antiaérea
Detectores de metal en zonas públicas
Prohibición de carteras, bolsos, mochilas y botellas. 
Bolsonaro va a portar un chaleco antibalas y el espacio aéreo de Brasilia estará completamente cerrado. Además, distintos escuadrones de aviones y misiles instalados en tierra van a estar preparados para derribar "cualquier aeronave en actitud sospechosa".

Por otro lado, la zona comprendida entre el Congreso, el Palacio de Planalto y el Itamaraty se va a encontrar totalmente bloqueado y protegido por alambres de púa durante un periodo de 80 horas. Todo coordinado por más de 130 militares de la Fuerza Aérea y el Ejército.