Mauricio Macri no disimuló su satisfacción por su primera reunión con el presidente brasileño Jair Bolsonaro. Antes de que dejara Brasilia para hacer una escala Barranqueras, Chaco, una de las zonas afectadas por las inundaciones, el Jefe de Estado argentino fue categórico y confirmó que su par brasileño realizará una visita de Estado al país en abril.

El Presidente Mauricio Macri y su comitiva fueron agasajado en un almuerzo de honor en Itamaraty, ocación en que el Presidente expreso que: "Existe plena coincidencia en todos los temas que hemos abordado y que fortaleceremos en la visita de Estado que (Bolsonaro) hará en abril a la Argentina. Esta relación acelerará los acuerdos en el Mercosur y fundamentalmente el vínculo entre los dos países", sostuvo el mandatario.

Integrantes de la delegación argentina y altos funcionarios brasileños hablaron de "sintonía total".

Un funcionario del lado argentino sostuvo que el Presidente se entendió mejor con Bolsonaro que con su predecesor inmediato, Michel Temer, con quien Macri tenía una visión similar en lo económico.

En el entorno del Presidente sostuvieron que siente que avanzará más rápido con Bolsonaro que con cualquier otro en todos los temas que componen la agenda bilateral.

"Hubo tantas coincidencias que hasta tiene una hija de 8 años", bromeó un funcionario argentino en alusión a Antonia, la hija menor del Presidente que no viajó a la gira. 

Macri, durante el brindis en el almuerzo de honor con el que lo agasajó el brasileño, equiparó el triunfo de Bolsonaro en octubre pasado al de Cambiemos en 2015. "A usted o a mi nuestros pueblos eligieron porque querían un cambio de verdad", sostuvo. 

Cabe recordar que Bolsonaro en 2015 -cuando ni el más optimista de sus seguidores lo imaginaba en la presidencia- había felicitado en Twitter por derrotar a Dilma Kirchner, en un juego de nombres entre las dos ex presidentas. 

Entre los gestos relajados que Macri y Bolsonaro compartieron hubo uno que llamó la atención a los fotógrafos que registraban la escena en Planalto. Cuando Macri llegó y se estrecharon la mano y posaron frente a los reporteros, el mandatario brasileño levantó los pulgares en señal de aprobación y luego hizo el gesto que inmortalizó en la campaña: puso sus dedos en forma de arma y apuntó contra el Presidente que festejó la ocurrencia con una sonrisa. 
Sonrisas. Bolsonaro, durant la recepción a Macri. (Bloomberg)

Cuando Macri salía del Palacio de Itamaraty para ir al aeropuerto, el Presidente no aguantó la tentación de contestarle a un periodista brasileño que lo desafío desde lejos con una pregunta:

-Mauricio: ¿Messi o Neymar?

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El mandatario argentino contestó con una carcajada y otra pregunta: 

-¿Es en serio?

En el Gobierno se mostraron exultantes por la nueva etapa de la relación bilateral.